Las amigas, hermanas de la vida y el valor de la amistad

La vida te lleva por senderos que a veces no esperas; sin embargo cuando tienes claro tu objetivo, siempre vuelves al camino que te has trazado o ajustas esa meta, sin desprenderte del objetivo final.
En ese recorrido, te encuentras los enlaces que permiten tu engranaje hacia lo deseado. Entre esos enlaces se ubican los hermanos de la vida.

En esta Semana Mayor, tuve la oportunidad de vivir momentos especiales con los hermanos por mí escogidos, para este viaje que se llama experiencia de vida. En un post anterior les comente el encuentro de adultos alegres.

Hoy, se lo dedico a las hermanas: menores y a la mayor.

El Viernes Santo fue disfrutar de un helado con mis hermanas menores @ivonneqdb y @veritosp.

Helados y sonrisas, disfrutando la bendición de tenernos.

El Sábado de Gloria, le tocó a la mayor Aixa Viera, mi maestra con quien compartí una buena charla ante un Café y una deliciosa torta tres leches.

Mi cara a cara, con Aixa

Cada compartir te lleva a un tipo de conversación, las que se dan frente a un helados son livianas, triviales, fluidas, entretenidas y hasta superficiales. Quieres degustar, compartir la esencia del afecto.

Las que se hacen frente a un café, son más profundas, vitales, llegan a la esencia del ser; es un cara a cara donde se desnudan las almas; para mi es la practica de la conexión emoción-energía-espíritu con el otro.

Estos dos encuentros me dejaron mucho. Ratificaron mi convicción de que a las amigas hay que cuidarlas y salir con ellas en esos días que pudieran ser sórdidos, pesados. Las amigas, son los muros emocionales, ellas le dan un toque especial a nuestra experiencia de vida. Con este post, reconozco cuán importantes son en la vida de cualquier persona.

Antes de despedirme quiero hacer un reconocimiento al excelente trabajo realizado para mi banner de identificación por @armandofd.
Gracias por haberme leído, nos vemos en el próximo post.