Inmigrante y sin trabajo, cuestión de actitud.

Antes de comenzar este post aclaro que cada relato que aquí les comparto es basado en mi experiencia personal y de personas cercanas a mí.

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Cuando llegas a un país que no es donde naciste, vas con la intención de hacer una vida y de vivir mejor como fue mi caso y lo es de muchos Venezolanos en este momento, lo primero es conseguir trabajo. Entre comentarios de que es fácil o es difícil, he comprobado que lo único que tienes para lograrlo o no, es tu actitud.

Unos años atrás quizá diría que es cuestión de suerte, pero estoy en una etapa de mi vida en la que entiendo muchas cosas; entre ellas, que nos encargamos en complicar todo con nuestro negativismo y convencernos de que no podremos llegar a la meta.

Estuve muy negativa al principio, creí firmemente que no podría trabajar, vi todos los contra y aunque lo quería de verdad, estaba consciente de que soy madre y sin familiares cercanos que pudieran darme una mano con mis hijas. Tengo el apoyo de mi esposo quien trabaja sin descanso desde que llegó a este País, para él ha sido muy difícil, pero tiene algo que admiro y no deja de sorprenderme, esa capacidad o actitud de no rendirse y esa creencia personal de que puede con todo, cosa que le ha permitido surgir y llegar lejos, escalar jerarquías. Pero el va por más.

Lo cierto es que juntos buscamos algo que yo pudiera hacer que generara ingreso pero sin salir de casa, porque mi profesión es educación y para ejercerla debía tener mi visa definitiva y rut, también convalidar. Así que evaluamos entre todas las cosas que se hacer, repostería, manualidades, peluquería, costura entre otros.

Tomamos una decisión, compramos las maquinas de coser y cambie mi manera de ver las cosas, no fue fácil buscar y convencer a las personas que podía con los trabajos, hasta que llego una señora que me dio la oportunidad. Iva muy bien, hasta un día que comenzó a pagarme fallo, ya decepcionada pero con buena actitud y positivismo que vendría algo mejor, renuncie y tomé un nuevo trabajo con otra señora, no es tan productivo como el anterior, cosa que me desanimó muchísimo, pero estoy tomándome las cosas con calma, sé que vendrán cosas mejores. Volví a escribir en este espacio que añoraba tanto, y estoy creando un emprendimiento relacionado con costura y siento que todo funcionará.

Así que, por supuesto que no es fácil conseguir un buen trabajo y menos siendo inmigrante, pero cuando te lo tomas con buena actitud el universo conspira para poner buenas cosas a tu alcance, la gente percibe la buena vibra. Cuando vas a buscar trabajo y lo sientes tuyo, te sientes capaz y vas con esa energía, la gente lo siente. Entiendo perfectamente el agotamiento mental de ser extranjero pero quien se cierra las puertas es uno mismo. Escucho a varios amigos que dicen no voy a poder, esto es muy difícil y lo repiten tanto que terminan obteniendo precisamente lo opuesto de lo que quisieran lograr .

No lo olvides, atrae lo que tu das. Sonriele a la vida y te prometo que la vida te sonreirá.