El Último respiro

Cuando llegué a este mundo, me cuidaste desde pequeña, me llenaste de cariños y mimos, me consentiste siempre y fuiste el protector de mi vida, mi segundo padre, la luz de mis ojos y la guía de mis pasos, siempre lo hiciste.

Es increíble como al crecer poco a poco me fui alejando de ese lugar en el que tú te encontrabas y yo era feliz, todo a causa de la separación de mi seno familiar, en el transcurso de ese cambio en mi vida, de tener a mis padres juntos luego tener que visitarlos por separado, Tú siempre estuviste ahí cuidándome y velando por mis hermanos y por mí, no te importaban las distancias tu siempre estabas cuando más te necesitábamos.

Un par de años después no imagínamos que pasarías por la tormenta de ser diagnosticado un paciente con cáncer, enfermedad letal, que hizo de nosotros personas consientes y aprender a valorar a las personas que más queremos y amamos.

Fuiste un guerrero, de mis 24 años, 18 padeciste esa enfermedad, me da la impresión que querías verme crecer hasta el momento en que iniciaba mi etapa de adultez, porque, no fue sino hasta hace 2 años y medio que te fuiste de mi lado, pasaste a ser mi ángel guardián, recuerdo que poco a poco ibas perdiendo la memoria y la única persona que reconocías inmediatamente era a Mi, a tu niña bonita, así como también con mucha tristeza recuerdo el día que me preguntaste: “¿Mi niña bonita cuando regresas de nuevo por aquí?” a lo que yo respondí pronto.

Jamás imagíne que ese pronto sería para sentir tu último aliento, ese día que recibí la llamada que te encontrabas en agonía, sentí que una parte de mí se estaba desprendiendo, y con muchos nervios me acerque para verte, aunque sea para que me dieras tu última bendición, viejito mío solo escuche a mi abuela llorar diciendo “Yo sabía que él estaba esperando a alguien”, que duro fue abrazarte y sentir tu último respiro.

Sentí en ese momento que me iría contigo, es un dolor inexplicable el sentir que te ibas delante de mis ojos sin poder hacer nada, días después que te fuiste de mi lado tuve ese terrible accidente que casi pierdo la vida pero sé que tú estabas ahí cuidándome, porque como decían todos, fue un milagro que saliera ílesa de ese accidente, por eso eres mi ángel guardián, me haces una inmensa falta pero también estoy feliz porque desde aquel lugar en el que te encuentras, me cuidas y proteges, ¿sabes que es lo más importante? Que estas en un lugar lejos de dolor y en paz. Siempre te amare mi viejito hermoso.

Quiero dejar como mensaje de esta historia, es que nunca se separen o permitan que situaciones los alejen de su familia, nunca sabremos que día dejarán de estar con nosotros en este mundo, y luego solo quedarán los recuerdos y los repetidos te extraño, aprendamos a valorar a nuestros seres queridos y no permitan que situaciones ajenas a ustedes los separen.