Para nadie es un secreto lo que se vive en Venezuela con respecto a la emigración, es que todos los días hay una despedida, en el aeropuerto, en un terminal, en la frontera , en fin en muchos sitios, nos decimos adiós o hasta luego, creo que más la primera palabra, porque sabemos que la mayoría no regresará, no sabemos cuando mejore la situación del país, además cuando una persona hace su vida en otras fronteras , se estabiliza y forma un hogar, es muy difícil que regrese a empezar de nuevo, así anhele mucho hacerlo.
Últimamente me ha tocado despedir muchos amig@s que quiero como herman@s , es bastante doloroso pero se que se van en busca de un mejor futuro, saber que hasta ahí llegaron nuestras vivencias, salidas y platicas, pues por más comunicación que tengamos ya no será igual, nos seguiremos queriendo sí, pero estaremos en caminos muy separados,mas que eso, a kilómetros de distancia.
Hace unos días hicimos un compartir entre amig@s para despedir a unos cuantos que se van esta semana, toda la madrugada estuvimos bromeando, platicando, riendo hasta más no poder, pero cuando amaneció, nos dimos cuenta que era una realidad, tanto que quisimos ignorarlo, nos tocó despedirnos, llorar fue inevitable, solo nos decíamos nos volveremos a ver pronto, tantos años de amistad, siempre estuvimos unidos en todo y pensar que ahora poco a poco vamos quedando menos . No es la primera ni la última despedida a la que nos ha tocado asistir, sabemos que es el inicio de muchas, se van cinco amig@s en un mismo momento, eso es un golpe duro para los pocos que nos quedamos.
Agradezco mucho haber vivido las mejores etapas de mi vida con ellos, somos un equipo que comenzó con cuatro personas, al pasar los años esta familia fue creciendo, terminamos siendo como 13 en algún momento, solo que ahora va decreciendo. A pesar que a veces hemos tenido molestias por diferencias en opiniones, nos aceptamos tal y como somos, nos apoyamos así sea por medio de un mensaje, hubieron tiempos de distancia pero hicimos lo posible por hacernos cercanos nuevamente, saber que es tener un hombro para llorar, un abrazo en momentos difíciles, compartir momentos de felicidad plena, de locuras, de risas tontas, son todos esos momentos que me quedan, se que la distancia no es el final de la nuestra, los voy a extrañar de más.
