Sé que el título de este artículo puede parecer algo fuerte, y debe serlo, debo llamar tu atención para que leas lo que quiero expresar hoy, especialmente si tienes la capacidad de hacer algo por cambiar esta realidad.
Hoy en mi rutina diaria noté una publicación en los medios y las redes sociales acerca de una joven venezolana que había sido víctima de bullying en una escuela en Miami, su nombre es Alejandra Méndez, pude observar como es golpeada agresivamente por otra joven frente a la mirada indiferente y burlista de sus compañeros, ante la frase “Go home” que emite la agresora y un sentimiento de impotencia que me recorre todo el cuerpo. Pude observar gracias a videos que grabaron sus compañeros, no porque quisieran documentar lo que paso para denunciarlo, sino probablemente como una medida de vanagloriar la violencia en la sociedad norteamericana, una forma de hacerse “virales” a costa del sufrimiento de los demás.
Mientras seguía investigando acerca de lo sucedido pude encontrar más videos recientes acerca del bullying en Miami, como el caso de otro niño venezolano de 12 años llamado Daniel que fue brutalmente golpeado por niños más grandes y el ataque fue registrado para postearlo en Snapchat, quizás nuevamente para demostrar el poder de los agresores sobre los otros.
Tengo miedo de seguir investigando, temo encontrarme con la verdad, esa de que los valores familiares se han perdido hasta ese punto, esa verdad a medias que me apunta a pensar que el problema de los tiroteos y las masacres en Estados Unidos no son el resultado exclusivo del porte de armas, sino que hay un trasfondo más complejo, que quizás hemos estado viendo a los perpetradores pero hay más culpables detrás de estas desgracias, quizás sean algunos padres los responsables, quizás sean algunos profesores, quizás seamos todos aquellos que no levantamos la voz frente a cualquier injusticia ¿Cómo sabemos hasta qué punto estaban atormentados los asesinos? ¿Por qué llegaron a ese extremo? ¿Se están formando asesinos potenciales justo en este momento a causa del maltrato psicológico y físico que causa el bullying? Lamentablemente no se han conectado todos los puntos, lo que convierte al bullying en una enfermedad crónica en la sociedad norteamericana.
Lo verdaderamente cierto es que el bullying debe parar, si bien es cierto que Latinoamérica no escapa de este problema en mi opinión no es tan grave como en los Estados Unidos donde el bullying es para los norteamericanos cosa del día a día, lamentablemente para los venezolanos como yo el bullying no solo representa lo que es, para los venezolanos el bullying viene cargado con una dosis letal de xenofobia, esa que penetra directamente en el alma y duele, el odio duele, especialmente cuando viene cargado con “Go home” cuando nadie pregunta porque estamos fuera de casa, aunque todos creen saber porque.
Si leíste esto completo, si eres testigo de una injusticia, no importa dónde ni cuándo ¡Actúa! a veces nos limitamos a compartir un post, retwittear algo o dejar un comentario, pero si estas en el poder de evitar un maltrato quizás estarás salvando a alguien del doloroso abismo de la indiferencia.
Por: Jonathan Castro