Consejo 3: Al empezar a trabajar, debes buscar buenas fuentes y justificarlo todo.

¡Enhorabuena! Hora de arremangarse. Ya tienes tema, ya tienes tutor, y habéis definido qué tipo de trabajo vais a presentar. 

¡Genial!... pero… ¿por dónde empiezo?

Lo primero, primerísimo: buscar información. Si tu tutor no te ha recomendado nada, tendrás que empezar por tu cuenta. Comienza con una búsqueda simple en Google, si quieres, pero tendrás que profundizar de lo lindo, y seleccionar mucho. 

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Ve a las fuentes oficiales. Normalmente, este tipo de páginas son extensas y mal organizadas, así que puede que la información esté ahí, y te lleve una eternidad encontrarla. No pasa nada, puedes usar los buscadores de la página, o buscadores externos haciendo búsquedas selectivas.

Evita citar a Wikipedia. Sí, ya sé, es una fuente de información maravillosa, y no digo que no la uses. Pero tienes que hacerlo bien: ve a las fuentes de la información. Ya sabes, esas que están al final de la página, en pequeñito.

 

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Esas. 

Úsalas, y cítalas. 

Ve guardando las fuentes de información que vayas utilizando. 

Otro pequeño truco, es cambiar el idioma de Wikipedia. Puede que en español no haya mucho de donde rascar, pero sí en inglés, o en la lengua relacionada con tu trabajo. Si, por ejemplo, tienes que hablar de la historia de Francia, cambia a francés y tendrás muchísima más información. 

Y recuerda, vete a las fuentes de final de página. Son magia pura. 

Otra cosa que puede ocurrir, sobre todo si tu trabajo trata un tema de actualidad, es que debas hacer uso de la prensa. Una vez más, fuentes, fuentes, fuentes. Si tienes que usar una noticia, mejor de una agencia oficial. Si dan datos específicos, deben decir de dónde sacan la información. Huye de titulares engañosos o espectaculares. Por ejemplo, si citan al Gobierno dando un dato concreto, vete a la página del Gobierno donde lo han publicado. Puede ser que se lo hayan inventado. 

Los vídeos de youtube pueden estar bien para hacerte idea de algunos temas, pero, otra vez, atención a las fuentes. Tener miles de seguidores no garantiza que el canal sea fiable. Si hablamos de profesionales reconocidos, con publicaciones, o te dicen en qué basan sus afirmaciones, adelante. Si no, sigue buscando. 

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Otro recurso que no se suele nombrar: cursos online. Puedes verte en la situación de que en la biblioteca de tu facultad no tengan demasiada información (o ninguna), o que necesites profundizar más. Plataformas como Coursea, Edx, Miríada, pueden serte muy útiles. Existen miles de cursos ofrecidos por Universidades mundialmente reconocidas, que pueden darle un vuelco total a tu trabajo. Si no tienes dinero para pagar el certificado, no te preocupes. La mayoría te da acceso a la información sin pagar, no necesitas acceder a los pequeños exámenes o que te den un pequeño título al final del curso. También puede darse el caso de que tengas el tiempo justo, así que abrevia: coge lo que necesites y continúa.  

Por último y no menos importante: justificarlo todo. No me refiero a la edición, ojo. Quiero decir, que des una razón válida al lector para cada paso y elección que des en tu proyecto, que respondas a todos los porqués que se te puedan ocurrir.

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Piensa que al final te evaluará un tribunal, así que ponte en situación.

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