Este muchacho sí que es majadero. Microrrelato real.

Este muchacho sí que es majadero.

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Majadero es un sustantivo y adjetivo, que es aplicado a una persona que se mete en problemas constantemente, y es su inquietud el meterse en ellos, pero afortunadamente, logra salir victorioso en la mayoría de los casos.

Simón Bolívar El Libertador espetó la expresión de que en la historia había tres grandes majaderos, y ellos eran: Jesucristo, don Quijote y el propio Simón Bolívar.

De aquí se puede concluir la reverencia de Bolívar hacia el más grande hombre de todos los tiempos de la humanidad y, por otra parte, le da cabida a a un personaje ficticio que se metía en cada enredo, pero siempre salía mal parado y atropellado, como fue don Quijote.

Hago esta pequeña reseña, para referirme a lo que ha significado esa palabra en mi existencia pues en el pueblo donde nací y crecí, era de aplicación constante a los muchachos que por cualquier motivo, se veían envueltos en inconvenientes, algunas veces, sin necesidad. Fue en Las Mercedes del Llano, 1961.

"Don Tano" era un señor de unos 70 años, y con problemas mentales, y vivía solo en una casa frente a la nuestra, donde había los mamones más dulces del pueblo.

En una ocasión un muchacho llamado Luis Infante se subió a agarrar unas cuantas frutas, pero el terror se reflejó en su rostro cuando apareció el anciano con un machete relumbroso, quien le conminaba a que bajase y le pagara los mamones, de los que se había hecho.

—Ya va, señor, que cuando baje, le doy medio, que tengo en el bolsillo para pagarle.

(Medio era una monedita que equivalía a 1/4 de bolívar)

Y cuando ya casi llegaba al suelo, le tiró los mamones en la cara al hombre que, sorprendido, no halló qué hacer.

Otro día iba cruzando yo por la majada de un solar vecino, y se me incrustó en el lomo una puya del alambrado que separaba ambos solares, y mientras pegaba dolorosos gritos, quienes pasaban, solo me decían que no me moviera porque se me clavaba más. A eso de pasada una hora, llegó mi mamá Cecilia y, asustada, logró liberarme del embrollo. Me curó, pero a los días de haberme repuesto, me llamó con un "chuche" de 3 lianas, que era una especie de mandador, y me dio tremendo castigo mientras me pegaba acompasando cada sílaba:

—Mi-ra-mu-cha-cho,- ¿por.quée-res-tan-ma-ja-de-ro?

Hoy, cuando recuerdo todas las vivencias, no solo propias, sino de mis vecinos Orsini, Pedro, Hueso Guevara, y hasta algunas hembras, como Juana la gata, que en una ocasión estaba peleando con otra niña de su edad, es decir, de 10 años, y no querían soltarse porque tenía el pelo muy largo.

Hasta agua fría les echaban, pero ellas seguían en su tenaz lucha en el suelo del bosque escolar del pueblo, y solo Cañita el papá de Juana, logró separarlas, y de inmediato la tomó por el cabello, y se la terció al sobre el lomo por el moño.

Ese ha sido uno de los episodios más cómicos que recuerdo de mi niñez porque a Juana le pasó por majadera.

No sabría precisar a qué andanzas se refería Bolívar acerca de Jesucristo, y ni siquiera las suyas, pero las que sí están claras y palpables son las de nuestro ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha.

Ser majadero no equivale ni a sinvergüenza ni a vago.

Los 3 majaderos más conocidos dejaron una herencia histórica conformada para majaderitos, que cada día se involucran en situaciones de las que les cuesta salir. Y he allí que el majadero exitoso es, precisamente, el que logra salir airoso de cada embrollo.

Que Dios nos bendiga por siempre.