Decidí salir a caminar por las calles de mi ciudad en un día soleado y tranquilo. Caminaba distraído, disfrutando del entorno y de las actividades del día a día. Todo estaba bien hasta que experimenté una sensación extraña, como si alguien me estuviera observando.

Y realmente, sentí una mirada desconcertante en mi espalda. Giré mi cabeza instintivamente hacia un lado, intrigado, buscando la fuente de ese atisbo curioso. Y fue entonces cuando mis ojos se toparon con los de alguien desconocido. En ese momento, noté una sensación de sorpresa entre ambos, ya que ninguno de los dos pudo mantener su mirada durante mucho tiempo y cada uno siguió presuroso su rumbo.

Por supuesto, esta no es la primera vez que me encuentro en una situación como esta; incluso yo mismo he actuado como observador en casi todas las ocasiones en las que ha habido el mismo desenlace.

Dejo por descontado en esta reflexión a las personas cuya sensación de que “te están observando” puede estar relacionada con otros factores, como la ansiedad y la paranoia. En fin las experiencias subjetivas pueden ser diferentes y no siempre hay una explicación.

Pienso que casi todos hemos percibido una conexión inexplicable como esta en algún momento. Quizás en este mundo, nuestras energías se unen y podamos sentir la presencia de otras personas a nuestro alrededor.

Algunas teorías, que aún no conozco, intentan explicar este fenómeno y lo llaman "La sensación de la mirada" y lo relacionan con la atención selectiva, la intuición, la percepción subliminal y otros patrones de comportamiento.

Casi estoy seguro de que no estoy solo en esta experiencia, y me pregunto muchas veces cuántas personas más han pasado por esta realidad. ¿Cuántos de nosotros alguna vez han sido observados por alguien?