La luthería es el arte de elaborar y restaurar instrumentos musicales. Su origen es derivado del término francés "luth" y a su vez de "luthier", que en español serían laúd y laudero (o constructor de laúdes), hoy en día este se ha generalizado en tal medida que un luthier es quien construye o repara cualquier tipo de instrumento musical.

 
     Saludos Steem-mados lectores, gracias por visitar mi post. A partir de este, quiero compartir con ustedes material técnico de luthería, extraído de los diferentes trabajos que diariamente realizo en mi taller. Para comenzar les mostraré el paso a paso de la reparación de un guitarrón mexicano el cual le rompieron el clavijero o porta clavijas.

Reemplazo del clavijero de un guitarrón mexicano.

     Al analizar el caso, lo primero que hay que considerar es la tensión a la que se somete el clavijero de un instrumento como este, por lo que, volver a unir las partes con pegamento no es la opción más recomendable, así que la acción a tomar será reemplazar el clavijero por completo. Para ello se corta lo poco que queda a nivel de la cejilla y se prepara una pieza de madera de cedro rectangular con el doble del largo que tendrá el clavijero.

 

     Por el lado posterior del mástil se hace un plano inclinado con un cepillo o galopa para madera, esta será la unión entre el mástil y la nueva pieza de madera, por lo que debe ser lo suficientemente amplia para así proporcionar una buena superficie de contacto.

 

     Plano inclinado en el mástil terminado

 

     De igual manera se le hace un plano inclinado a la pieza de madera que será el nuevo clavijero, es de suma importancia que dichas superficies de contacto sean perfectamente planas para garantizar una unión precisa.

 

     Una vez hecho los dos planos inclinados por donde se unirán ambas partes, se encolan y se prensan fuertemente con un par de sargentos tipo F, con la ayuda de un transportador ubicado sobre la línea central del nuevo clavijero se garantiza la correcta posición de la nueva pieza, se debe dejar bajo presión al menos por doce horas. Las dos líneas que se aprecian son un par de venas de madera que se incrustaron para brindarle mayor rigidez.

 

     Seguidamente se talla la nueva pieza adherida para darle la forma adecuada y de clavijero, además se le colocaron un par de tiras de la misma madera para hacerla más ancha, más que todo por un sentido estético. Adicionalmente se incrustó un tarugo de madera a nivel del mástil para reforzar la unión de ambas piezas.

 

     Se remata el tallado de la unión del mástil con el clavijero usando un formón.

 

     Se redondea el extremo superior del clavijero, se puede hacer de diferentes maneras pero esta vez se usó una lijadora eléctrica de disco.

 

     Se le aplican lijas de diferentes medidas a toda la pieza.

 

     Se le aplicó un acabado nitroceluloso para sellar los poros de la madera y obtener un mejor resultado al pintarlo.

 

     Se le aplicaron unas tres manos de pintura negra acrílica, es de suma importancia la compatibilidad entre los diferentes químicos que se apliquen para evitar desastres en el acabado, en este caso, el acrílico va muy bien con el sellado nitroceluloso.

 

     Lamentablemente perdí las fotografías donde se habrían los agujeros para incrustar las clavijas, ésto se hizo con una mecha tipo paleta para maderas usando un taladro de banco, aquí el proceso de colocación de las clavijas.

 

     Una vez colocadas las clavijas y las cuerdas se da por terminado el trabajo, además se colocó un pequeño accesorio que impide que las cuerdas salten por encima de la cejilla mientras se ejecuta el instrumento.

 

     Visión trasera del trabajo.

 

     Por poco olvido dejar evidencia de que el trabajo fue hecho por mi.

 

 
     Espero que este artículo haya sido de mucho agrado para los lectores y de mucha ayuda para los amantes de la luthería, los instrumentos y los trabajos manuales en general. Pronto estaré compartiendo más procesos de elaboración y restauración de instrumentos musicales.

 
     Todas las fotografías usadas son de mi propiedad.

¡Muchas gracias por leerme!