Estos muchachos se forman con tesón todos los días en la ejecución de la música popular venezolana y en la práctica orquestal, afrontando dificultades de muchos tipos:

 

• Deben dividir su tiempo entre la escuela y la orquesta así que terminan sacrificando muchas horas de descanso y de esparcimiento para poder cumplir las metas que se han propuesto.

• Ante la crisis económica que nos afecta actualmente y por los problemas de transporte esta suscitan, tienen que hacer un enorme esfuerzo para trasladarse desde sus casas hasta la orquesta y de regreso.

• Deben hacer magia a veces para tocar sin una cuerda por no poder comprar una, algunos han debido resolver con hilos de guayas para bicicletas y otros con el nailon que se usa para pescar.

• Por carecer de recursos para imprimir las partituras, explotan al máximo el potencial de su mente y memorizan las melodías a partir de un solo score que se imprime con la colaboración de todos.

• Muchas veces han debido aguantar hambre y sed con tal de hacer lo que aman y defender su música autóctona.

• Pese a todas las dificultades, en este grupo de niños y jóvenes nunca falta la risa, la alegría y la hermandad.

  Por estas razones y muchas más quiero dedicarles esta humilde interpretación de la canción "Venezuela", en especial a todos los venezolanos que están dentro y fuera del país, pues estos niños son el ejemplo y la muestra de que solo luchando por lo que amamos lograremos salir adelante, además son una bella esperanza porque es la generación que nos relevará.

  Con ustedes, la Orquesta folklórica Infantil de San Fernando de Apure interpretando "Venezuela" de Herreros y Armenteros. (El que toca las maracas es mi hijo David Jiménez y el arreglo musical es de mi persona).