La respiración es algo común que solemos olvidarnos de ella, ya que es una tarea que nuestro cerebro realiza automáticamente pero si le restamos atención nos puede beneficiar de varias formas, como relajarnos, darnos energía y oxigenar de manera adecuada al cerebro.
Para empezar esta la respiración diafragmática o abdominal, donde el vientre es el que recibe el aire, además que este tipo de respiración es la más natural por lo cual la convierte en la más realizada. Al realizar esta respiración de manera consciente y con inhalaciones más profundas nos ayuda a la purificación de los pulmones, reduce la tensión de nuestro cuerpo, disminuye la ansiedad y aumenta la energía.
La siguiente es la respiración torácica esta tenemos cuando realizamos actividades físicas y cardiovasculares, donde todo el aire va a la caja torácica, dicha respiración con a equilibrar la frecuencia cardiaca y nos da energía.
Por último encontramos la respiración clavicular en esta el aire llega a la zona superior de los pulmones, esta por lo regular la presentamos en momentos de ansiedad y ataques de nervios, la sensaciones más notorias de esta respiración es una presión en el estomago y sentir que te falta la respiración.
Hay que tener en claro que depende del efecto que queramos obtener de las respiraciones dependerá mucho de cómo se efectúen.}
Si quieres más energía las inspiraciones deben ser lentas mientras que las espiraciones deben ser fuertes. (los ciclos inspiración/espiración deben ser cortas y rápidas)
SI buscas tranquilizarte las inspiraciones deberán ser rápidas y profundas mientras que las espiraciones lentas.
Por último si buscas armonizarte las inspiraciones y espiraciones deben ser a la misma fuerza y duración.