Foto de mi propiedad.
Saludos comunidad Steemiana, nuevamente por estos rumbos.
Estuve ausente por largo tiempo en este espacio debido los graves problemas que sufre el país donde habito. Esto ha generado la falta de internet, luego de enegía, otra vez de internet y así ha pasado todo este tiempo. Pero bueno, hay que seguir adelante.
Les cuento que he seguido desarrollando la habilidad de hacer creaciones literarias. Hace unas semanas realice un taller sobre creación de textos narrativos. Nuevamente la increíble Ingrid Chicote , @ugbariana nos orientó sobre este apasionante tema. En el taller, me sorprendieron dos jóvenes: Eliezer Pulido y Luis Serrano, que nos acompañaron en el taller. Sus composiciones fueron extraordinariamente buenas. Ojala algún día publiquen sus textos narrativos.
En este extraordinario taller entendí mejor como escribir: Conocí las diferentes manifestaciones de textos narrativos que existen, tantos literarios como no literarios (carta, biografía, afiche, noticia).
Los literarios eran:
• Cuento
• Fábula
• Mito
• Leyenda
• Refrán
• Poema
Realizar el ejercicio fue un gran reto, pero logre realizarlo. La facilitadora nos pidió realizar el ejercicio basado en una lectura que hicimos de la obra “Cien Años de Soledad” del escritor colombiano Gabriel García Márquez. Se nos invitó a reescribir la historia en la parte donde el personaje de la obra lucha contra “la enfermedad del olvido”.
Teníamos que hacer una creación donde el tema era “la máquina del olvido”. Teníamos que tener personajes que destacaran las relaciones familiares en los contextos socio-culturales y económicos. Tener una ubicación en el tiempo y desarrollar una trama donde se destacaran: el inicio – desarrollo – final.
Mi composición tenía el personaje que era: Catalina Monte Alto.
La ubique en un lugar imaginario llamado: La Colina de la Esperanza.
Desarrollado en un tiempo de crisis.
En este relato La Máquina del Tiempo la nombré: Mohenjo Daro.
Y se desarrolla así:
Catalina quedo abismada al escuchar la noticia, estaba aconteciendo justo lo que muchos de sus antepasados habían presagiado. El aire trajo el olor a pólvora, cosa que no tenía explicación, porque nunca antes había llegado el olor a la colina de la esperanza.
Solo habían pasado unas horas y todo se había impregnado del olor a muerte. Fue fácil detectar que era de muerte, porque al despejarse el ambiente, las calles de la colina quedaron invadidas de cadáveres, muchos de ellos sin razón. Como piezas de dominó alineadas una detrás de otra que al caer desatan esa reacción indetenible, así fue todo desde aquel día nefasto.
El caos inundó los ánimos de los habitantes, poco a poco se fue el brillo que reinaba en la colina de la esperanza. Pronto, largas líneas de esqueletos andantes dejaban escapar el tiempo que antes invertían en buscar nuevos rumbos Ya no había la alegría que brindaban las panaderías, con sus exquisiteces en dulce o salado, con leche o achocolatado.
Desapareció la circunferencia que llenaba la barriga cada mañana junto a las lágrimas negras que abundaban en paquetes de bolsas que vendían en la tienda de la esquina. Acabaron los días donde se buscaban aventuras cada vez que había días libres de la escuela o trabajos.
Ciertamente causaba escalofríos todas las escenas de la vida. A Cata, se le anegaron los ojos, ¿Cómo era posible que estuviera pasando esto, en una era de tantos adelantos que prometían libertad? Justo cuando estaba cediendo a la desesperación, recordó aquellos álbunes familiares que su abuela atesoraba con ardiente celo. Corrió colina arriba con las pocas fuerzas que le quedaban, hacia la casa de la abuela. Habían pasado varias lunas desde su última visita.
¡Abuela! gritó Catalina, pero nadie respondió.
Buscó en la cocina, el lugar donde más pernoctaba la abuela. Era allí donde la vieja remendaba sus penas, tejía sus sueños y cocinaba la melancolía que sus años le dejaban. Solo encontró tres grandes baúles con inscripciones que Cata en su vida había visto. Con unas grandes letras que decía: MOHENJO DARO.
El baúl # 1 estaba adornado delicadamente con hebras de hilos de cocuizas. Al abrirlo encontró hilos, botones, telas y una máquina negrita que la hacía funcionar con una manivela. También estaba un manual de instrucciones donde explicaba como unir y transformar los materiales del baúl. Como engranan los dispositivos mecánicos, así la mente de Catalina se activó y pudo resolver uno de los problemas que azotaba a la colina de la esperanza.
Recicló, transformó y diseñó hermosas y prácticos prendas de vestir. Ya nadie tenía que ir con andrajos, es decir, los restos de ropas ajadas que en su tiempo fueron la última moda.
El baúl # 2 lo decoraban hermosos símbolos o más bien figuras que se asemejaban a especias, ramas, semillas y frutos. En este encontró un grueso libro donde estaban asentadas las historias de la familia, la comunidad o mejor dicho de la entera colina de la esperanza. Dichas historias estaban mezcladas con las recetas que se servían en todas las mesas de la colina.
Hojeando, pudo leer una historia con su receta que decía:
“MAJARETE”
Sus ingredientes eran:
2 kilos de maíz amarillo
2 panela de papelón
1 kilo de arroz
Palos de canela
Clavitos dulces
2 cocos rayados
1 litro de agua
Luego explicaba el proceso y la historia de la receta, en esta decía:
Al llegar “SEMANA SANTA”, los abuelos, los primos, los tíos y los vecinos en la colina de la Esperanza competían para ver cuál de los cocos, que habían comprado, tenía la corteza más dura. Los estrellaban y el coco que se partía, iba directo a las cocinas, donde los muchachos rallaban los cocos partidos con la ilusión de comerse los tocones que les quedaban al rallar. En cambio los adultos recogían en palanganas el agua de los cocos para mezclarlas con anís y sacar la timidez y la audacia de muchos.
El maíz se salcochaba para luego molerlos junto al arroz. Todos querían participar en mover el brazo del molino que giraba sin fin. El papelón se derretía y se hervía junto a la canela y los clavitos y en una palangana grande se unían los ingredientes con un litro de aguay se le daba paleta hasta lograr una mezcla con la consistencia de jalea, para luego vaciarlas en plato que se dejaban enfriar- Se molía algunos palos de canela y se les espolvoreaban para disfrutar. Junto al libro también estaban el molino, la palangana, la paleta y un rallador casero.
¡Listo! Dijo Catalina.
Con esta receta resuelvo la escases de dulce que sufrimos en la colina, así veremos a nuestros hijos correr llenos de ilusiones y sueños.
El baúl #3, lo rodeaban líneas en conjunto de cinco cada una y sobre ellas, símbolos que descifraban las melodías. Nuevamente allí estaba un libro explicando el contenido del baúl. Encontró canciones tristes, solemnes, chistosas, jocosas. Unas para bailar, otras solo para escuchar. Unas te elevaban al cielo, otras te arrojaban al suelo. Pero, ¿Cómo Catalina consiguió descifrar el contenido de este baúl? al examinar por un lado del baúl se podía ver un largo cable negro que tenía dos puntas, una para ser colocada en las sienes y la otra en el corazón. Catalina hizo traer a cada jefe de casa y uno a uno les coloco los cables.
Poco a poco fueron recordando sus canciones predilectas, unas de amor, otras de resignación. Una en especial les hizo recordar el coraje de antaño, donde fueron desatados los grilletes de la ignorancia, donde la virtud y el honor derrocaron la opresión.
Catalina Monte alto recordó y entendió las palabras de la abuela, que para cambiar el futuro había que conocer y aprender del pasado.
Desde entonces, Catalina no se desespera, ya no teme a los presagios de la sazones, porque ella sabe que son necesarios los tumultos de los tiempos para cambiar, para crecer y sobre todo para demostrar el material del que estamos hechos.
Gracias por pasar y dedicar tu valioso tiempo y leer esta composición.
Agradecería la curación de este post.
Por aquí puedes leer algo más de lo que he aprendido en los talleres:
EL CALOR Y EL OLOR DE LA INTIMIDAD
La mudanza del amor
SABORES Y RECETAS QUE SE GUARDAN EN EL CORAZÓN Y LA MENTE
Nuevo regreso Junio 06 del 2019.
Nohemi Castro. @lunasilver
¡Felicitaciones!
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Muy agradecida de contar con su apoyo @entropia.
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Hola, lástima que no lo había leído antes. Estaba alejado de Steemit. Muy bueno el hilo narrativo y la imaginación.
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