Paso tres

Fuente

Despertar con el paladar doliente, la lengua resquebrajada y la nariz taponada que intentas despejar retirando las costras de sangre seca, no hay duda, sufro un ataque de alergia.

Me levanto con los ojos tan resecos de las histaminas que tropiezo antes del segundo paso, disuadiendome de ir sin luz, termino despertando a alguien extraño en un cuarto extraño de una casa extraña. La resaca, no es más que un Pepito grillo, un corolario del dolor y desolación.

A duras penas el baño, al menos tuve la precaución anoche de quitarme las lentillas de unos ojos que son el reflejo rojo de la última noche de mis peores días, la pastilla, un vaso de agua, paciencia y espera. Me descompone la barriga, es normal la mezcla de alcohol, antihistamínicos y barbacoas intempestivas, como con rabia del dolor de defecar algo tan duro que parece que me lo hubieran introducido vía rectal anoche, en mi culmen del desfase, mientras recitaba poesías malas con voz impostada.

Me viene el flash de la memoria, me he acostado con la tía solterona de la corista que una vez fue algo, allá en el pueblo, vuelvo a gemir, un chorro de lancerante diarrea quema como ácido el orificio doliente del desembarco interior.

Desisto de limpiarme al segundo intento de contener esa marea de mis tripas con papel higiénico de tercera, corro la cortina de la ducha, me lavaré, al rato soy consciente que el agua caliente en esta casa, es una quimera, el agua fría me hace aullar, golpes en la puerta preguntándome si estoy bien, no contesto, lavo lo mejor que puedo mis vergüenzas.

Ella me espera en el cuarto, es vieja, lo bastante para maldecirme por mi borracheria, su cuerpo luce enjuto y en la boca un silencio, en sus ojos, un reproche, quiero huir antes de que abra la boca, presiento que no me va a gustar nada cualquier cosa que pudiera decir.

Emprendo la huida, huyendo de una mano que vanamente intenta detenerme, llevo las llaves la cartera y algo de papel, para detener los estornudos, aguanta, aguanta la pastilla no se demorará en su efecto más de una hora bajo el implacable sol de Linares.

Posted using Partiko Android