FIESTAS RAVE y LIVING LA VIDA CHOLA

Si alguien alguna vez algún brujo o adivino me hubiera dicho que habitaría en un getto, no lo hubiese creído, pero así fue, aunque cuando llegue a aquella casa en una zona de clase media alta de Caracas, donde hay choferes, señoras de servicio doméstico y guadaespaldas, jamás paso por mi mente que así seria.

Un amigo que conocí en España me dijo que recién se había mudado a casa de sus abuelos ya fallecidos en Caracas me dijo que alquilaría algunas habitaciones porque la casa era muy grande y para ayudarse con los costos de mantenimiento, inmediatamente me anote para alquilar porque es difícil conseguir en Caracas un buen alquiler con precio accesible..

Aquel día que fui a conocer la casa era de noche, le pedí a unos amigos que me acompañaran, porque no conocía la zona y no sabía cómo llegar, me sorprendió lo grande de aquella casa, llena de polvo y oscura, recorrimos una parte, escogí lo que sería más que mi habitación, mi refugio y cerramos al trato, me mudaría para ese fin de semana y ayudaría a ordenar un poco.

LA CASA

Así fue, me mude con la ayuda de los amigos que me acompañaron el primer día, y pude ver realmente la casa, dos salas con alfombras, lámpara y muebles hermosos, un comedor para diez puestos, vitrinas llenas de copas y vasos de cristal, la cocina enorme con gabinetes llenos de enseres platos cubiertos de plata, lavavajillas, calentador de agua, nevera dúplex, horno y cocina. La biblioteca estaba en un lateral y era del mismo largo de la casa con estantes llenos de libros y un escritorio inmenso con una silla que parecía la de un presidente.

Lo que en otra época fue el jardín era un terreno baldío con dos arboles inmensos y donde se pudiera construir un edificio para daruna idea de lo grande que es.

El lavadero de la casa al cual se podía acceder por la parte de atrás o por la habitación principal, es del tamaño de cualquier apartamento tipo estudio de los que abundan en Caracas.

La habitaciones eran amplias y ventiladas, la principal era otra casa, con living, vestidor, una sala de baño inmensa, la habitación que escogí para mí era amplia y comida con su baño color rosa, y un balcón por si algún día me llevaban una serenata. Hasta ahí todo era felicidad y polvo por todos lados.

LOS INQUILINOS

Poco a poco fueron llegando los otros inquilinos y con los días me di cuenta que los habitantes de aquella casa que posteriormente la conoceríamos como LA CHOLA eran todos bohemios del ambiente de las artes plásticas, culturales y yo. En una de las dos salas de la casa instalaron el tubo de pole dance, en la habitación frente a la mía mi vecino heavy metal ensayaba sus rolas, se escuchaba la máquina de tatuar de mi otro vecino y así.

Cada cual busco su acomodo, teníamos un músico de metal, una psedo periodista de un canal comunitario que además practicaba pole dance, mi casero era músico y fotógrafo, un tatuador, un escultor, en fin pasaron tantos personajes por la chola y casa uno con su historia, pero ahora hablaremos de las fiestas.

Un tiempo después cuando ya estábamos establecidos en la casa (comuna) y entraba y salía gente como un mercado libre, me dijo mi casero que él con unos amigos estaban planeando una fiesta en la casa con fines de lucro donde venderían bebidas, comidas, habría música y entretenimiento. Estas invitada, me dijo, así que ni modo asistiría a mi primera fiesta en la chola (que no sabía que era rave).

Llegue a casa en la noche después del cine, no tenía muchas ganas de asistir pero no me quedaba de otra era en la casa donde vivía, la calle llena de carros, había bastante movimiento, dos porteros recogiendo las entradas y fila para entrar, estaba asombrada, estacione mi carro donde pude y les informe a los porteros que yo vivía ahí y me dejaron pasar sin mucho cuento.

LA FIESTA

Al entrar, fui directo a donde era la fiesta, no se parecía nada a lo que había visto hace unos días, el terreno que había sido el jardín de la casa y estaba como un bosque lo limpiaron, cortaron el monte y sacaron la basura, estaba todo “adornado” sacaron una de las alfombras de la sala con uno de los muebles y lo colocaron en un costado se veía extraño pero original debo decir, del otro lado estaba el DJ y las luces de colores, en uno de los dos árboles había una tela verde muy larga donde hicieron una presentación unos artistas (después es tela verde paso a ser parte de ese árbol hasta que se deshizo con el paso del tiempo porque nunca la bajaron), aquello parecía un bazar pero de otra dimensión, la (dimensión del opio y la mariguana), había un puesto donde vendían helados, si!! helados de fruta caseros, otro puesto de franelas con mensajes alusivos a la conservación del medio ambiente o pachamama, y el bar, un estante con varios tipos de ron y dos o más pipotes llenos con hielo y cervezas enlatadas. Todos esto en ese terreno parecía que estábamos en un bosque “encando”
Había mucha gente de todas las edades y estilos, creo que media Caracas estaba ahí, había también mariguana, música, baños portátiles, alcohol y artistas. Cada uno en su onda, cada uno disfrutando a su manera, yo estaba asi:

Yo
FUENTE

El acceso a la casa estaba restringido, era solo para los habitantes y organizadores, eso me preocupaba, pero que podía hacer ante aquella cosa.
Nunca había estado en algo parecido, todo aquello era nuevo para mi, y ahora que veo en perspectiva toda esa época creo que pude haber disfrutado un poco más pero la verdad es que no me mezclaba mucho y me fastidiaba mucho aquel estilo de vida porque chocaba con el mío sobre todo cuando no me dejaban dormir, pero lo que si es que aprendí a aceptar (mas) a todo aquel que es diferente a mí, porque además aprendo otras cosas de la vida.
Esa noche en aquella fiesta estuve dando vueltas un rato de aquí y allá, hasta que me canse y me fui a dormir, me preocupaba que no poder hacerlo por el escándalo. Pero a pesar de ello como mi habitación estaba del otro lado de la casa de donde era la fiesta y pude descansar un rato. Al otro día cuando baje, aun quedaban restos de la fiestas, parecía un campo de batalla con “muertos” en cada esquina de la casa” y botellas y basura por todos lados. Se hicieron un par de fiestas mas en las cuales no estuve ni cerca. Luego mi amigo (en esa época) me dijo que ya no la harían mas porque no les daban ganancias, según!
La chola que vibra ¡!! Cuentos y cuentos vinieron después en la chola, gente y situaciones que ire contando en mis escritos de embuste.

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