Estas palabras nacieron en el silencio de mis noches de insomnio. Esconden una despedida y quizás un hasta luego

En el transcurso de nuetra vida, iremos de un lado a otro en la moneda. Haremos daño y nos dañarán, amaremos y nos amarán. De vez en cuando seremos nosotros los primeros en olvidar y otras veces a nosotros nos olvidarán primero. Este pensamiento me robo el sueño noches atrás y me llevo a escribir las líneas que hoy les comparto

A ustedes, los amores fugaces y al olvido que hoy me acompaña, les dedico estas palabras.

No es un reproche

Otra vez me encuentro y me sorprendo pensansote. Había quedado en no hacerlo, lo sé. Pero ¿cómo evito recordarte? Te has vuelto para mi, un fantasma realmente molesto.

Le has llevado la contraria a toda mi vida. Siempre he sido yo la de inventarse las despedidas; mil veces dije adiós a quien no se quería ir. Y nunca nadie que dijo amarme se despidió primero.

Quizás este sea el verdadero problema... Tu despedida fue primero. ¡Tan efímero fue, que ni un adiós merecía! Sólo te bastaron palabras vacías, que me dejaron pensandote.

Fue el adiós más definitivo de toda mi vida... Quizás ya era mi turno de no querer partir. Porque sí, esta vez yo te amaba. Te amaba tanto que no presentí tu final. Me quedaron en las manos al menos 500 noches, tres inviernos y un verano para darte.

Tal vez no entienas lo que digo. Realmente sé, que tus ojos ya no leerán los míos. No me mal entiendas, no es un reproche. Yo sé lo que es irse de lugares vacíos. Lo sé, porque contigo encontré el lugar precioso... ¿Acaso no lo sabes? Hay lugares a los que uno pertenece, y como tú, hay personas que son lugares.