Niños de la LUZ en la oscuridad -RETRATO DE UN VENEZOLANO-

Foto: Maria Mercedes

Escenas de este tipo las vemos a diario, más de lo que quisiéramos, más de lo que debería suceder. Niños pidiendo afuera de las ventas de comida, niños pidiendo o vendiendo algo en los semáforos, niños tocando puertas pidiendo, pidiendo y pidiendo…
Estos niños crecen en la calle, son VÍCTIMAS de un proceso complejo, inmerso en un sistema corrompido por el poder y el dinero de quienes deberían encargarse de constituir políticas públicas reales para el bien común que además garanticen el progreso de los pueblos.
Parece algo lejano a nuestra responsabilidad, lo vemos, lo lamentamos y a veces hacemos una pequeña plegaria, pero, queridos amigx, eso no es suficiente, es como preocuparse y no ocuparse, no tiene chiste.

Por otro lado, una de las cosas bastante apoyadas socialmente son creencias como estas:

Con todo el tema del aborto es frecuente ver argumentos de este tipo, sin embargo, desde un criterio moral, religioso y psicológico, los problemas de la humanidad no se acabarán con un aborto, legal - no legal, como sea, de hecho empeoran. El punto es que toda esta corriente de pensamiento, responde a un criterio egoísta de quien se cree en la posición de decidir quién puede nacer o vivir y quien no, pff… ¿Qué clase de humanidad seríamos si nos dedicamos a seleccionar, las mejores condiciones y oportunidades para que un ser humano nazca? (como si el mundo fuera perfecto).
Creo que seriamos como algún club social prestigioso que solo acepta familias generacionales con apellido caros, por decirlo de alguna manera diferente; que categorizan privilegios y atenciones; sería como escoger a quien desechar y a quien conservar, sería como separar blancos de negros. La discriminación no acaba y comienza por la pobreza, pobreza que posteriormente se convierte en delincuencia o drogadicción por ejemplo y que alarga la cadena de degradación social.

Señalamientos...

“Esa mujer que pone a pasar trabajo a sus hijos” y cualquier otro que se les ocurra. Ya basta de juzgar, revisar un poquito la historia de esa mujer, una posible violación, padres ausentes o maltratadores, hambre, prostitución… Tanto factores que exoneran en “cierta” parte los pecados de la calle. Solo basta oirles y conocerles un poco.

Vi un vídeo que me dolió el alma:

Y entre los comentarios…

Si somos capaces de entender el problema tan ignorantemente para dar una opinión y juzgar de esta manera, seamos más capaces aún de dar parte a la solución, ¿No? Un poco de sensatez le vendría bien al mundo.
No es: “Sentido común” hermanitxs. “Cierra las piernas y listo” ja… Como si en una calentura tu dices: No ya va, espera, seamos razonables. ¡¿Cuanto embarazo no planificado no hay en el mundo de CUALQUIER CLASE SOCIAL para decirles a todos: CIERREN LAS PIERNAS - ES MUY FÁCIL CERRAR LAS PIERNAS?! (increíble comentario).

A grandes problemas GRANDES SOLUCIONES.

Pregunta ¿Cómo podemos ser parte de la solución? No es tan complicado. Solo debemos comenzar por nosotros mismos siendo responsable con nuestras acciones. En serio. Quiero un país de oportunidades, desarrollado y próspero, pues estudio y trabajo dejando lo mejor de mi, sin mediocridades y un comportamiento íntegro pero lo más importante, al servicio de otros, no solo para enriquecerse si es que se puede, no solo para mi y los míos nada más; estudio y trabajo para ser útil a la sociedad y ayudar a quienes no tuvieron esas oportunidades.

Gandhi dijo: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”.

Los niños son la semilla, ¿Como los estamos cultivando?

Foto: Maria Mercedes

Juan José llegó a mi casa ofreciendo podar el jardín a cambio de comida. Sin herramientas adecuadas el niño cortó la grama con una tijera sencilla y ganó mi admiración. Espero y confío que él seguirá por buen camino y cuando sea adulto recuerde todo lo que de niño tuvo que hacer y agradezca su esfuerzo y valentía para salir adelante honradamente, lejos de las estadísticas y las probabilidades en su contra de no lograrlo.

Un poquito de BONDAD.

Finalmente, hoy en mi trabajo, donde viven niños con medidas de protección, ingresados por alguna violación a sus derechos, recibimos una donación de un colegio, pues su proyecto de navidad es:

“La bondad comienza conmigo y contigo también”.

¿Cuántos de nosotros propiciamos actos de bondad? No es muy difícil pedirle a los vecinos de la cuadra una colecta de ropa en buen estado, juguetes o algo de comida para ayudar a otros. Eh, ahí está el resto de la respuesta a la pregunta… Con las críticas no se arregla el mundo.

Vísperas de la navidad… Que lindo compartir.