Mí corazón.

Hoy, 30/04/2018 hace un año, mí hermano mayor se fue del país en busca de un mejor futuro, para él, y para nosotros. Pero, ¿qué digo? ¿que ha sido fácil? Para nada. El gran vacío que dejó, no sólo en la casa sino en la parte derecha de mí pecho no fue algo común, él es mí segundo papá, él me protege, cuida de mí y me ama.

Cada persona tiene sus tesoros, y yo tengo los míos que son mí familia, mí regalo más hermoso que me complementa, mis hermanas y mis padres que han hecho de mí vida un mejor lugar, cada uno con diferencias, pero al final nos complementamos de una manera sorprendente.
Volviendo a mí tema inicial, mi hermano. Se llama Nicol Ridente, y desde que tengo memoria lo amo con toda mí alma, ha sido mi guía y mi mejor amigo; a veces no sé ni como decirle algo porque sé que me va a gritar, pero prefiero eso que no decírselo. Este año ha sido horrible, he intentado hacer otras cosas para distraerme, quizá pensará él y mis hermanas que me acostumbre a su ausencia, pero no es así, hay vacíos que nunca se llenan, espacios que nunca quedan cubiertos y personas que no se suplantan, ellos son mí base, y al irse sabía que no se irían del todo, siguen en mí, tan fuerte como nunca, los amo cómo nunca... A veces la distancia no hace más que hacernos notar cuanto amamos a alguien, aunque ya yo sabía cuanto los amo, me ha servido para entender que a veces quién no está físicamente es quien más está en tú corazón, y esto es lo que me pasó con ustedes, (mis hermanos) pasaron de estar en mí corazón, para ser mí corazón y eso no hay distancia tan grande que lo haga cambiar, ni eso, ni que sean mí mayor felicidad y orgullo! Los amo desde Venezuela...

FOTOS DEL AUTOR.