Los niños de hoy ya no son como los de ayer.Duran más.Tienen pilas alcalinas.En algunos casos,la infancia se prolonga hasta los cuarenta añazos.
Ahora una pregunta de rigor,¿Cuando empezó este proceso?Una mirada atrás en la historia nos grita que las cosas no fueron siempre así.Si uno viaja al pasado,verá tiernos infantes endurecidos por la vida,incorporándose al árido mundo del trabajo a los 12 o 14 años.Eso en los países avanzandos,pues en los parajes del subdesarrollo,el hurto de la infancia sigue siendo norma y costumbre.
¿Qué ocurre en Occidente?En la posmoderna Europa, los chicos, chicas y chiques,ven como su tierna y dulce infancia se expande hacia un horizonte sin fin.Primero,los largos años de educación obligatoria;momentos de ocio y desperdicio que,por ley,deben extenderse hasta los deiceséis años.Algunos,gustosos de las mieles ociosas,y amantes de la picarsía,gustan de aumentar este período vacacional unos cuantos años más,llegando incluso a convertirlo en indefinido.
Años después el arrepentimiento les hará visita.
¿Cuál es la consecuencia de esto?Pues en primer lugar,un retraso en la maduración personal.Los niños,sometidos a una eterna escolarización de baja exigencia,ven como los retos de su vida se consumen entre los cuatro paredes del aula.Ninguna tarea:ninguna habilidad es aprendida más allá de la memorística impuesta por el funcionario de turno.
A razón de lo anterior,los jóvenes llegan a su primer puesto de trabajo,lugar donde,inevitablemente,se pegan una hostia de carácter monumental.Las habilidades aprendidas en Instituto y FP sirven,si me pongo generoso,para menos que nada.El orden operatorio de la realidad,procede a pasar por la trituradora a todos los jóvenes que,por imposición del buenismo educativo,se ven privados de la oportunidad de enfrentarse al mundo y progresar.
Esta infantilización,se traslada también al ámbito de las relaciones personales.Es común y habitual que,para formar pareja estable,la gente espere a los 30,pues la juventud es para gozar sin fines y olvidarse de responsabilidades.Si de hijos hablamos,entonces la procrastinación dura hasta los 35,pues antes es imposible plantearse formar una familia.
Este proceso,consistente en prolongar la educación;hacer que los alumnos evalúen a los profesores;reivindicar sin fin los derechos del menor,etc...crea,sin lugar a dudas,adultos cuyo desarrollo,progresa ralentizado frente a las exigencias del mundo real.La burrocracia,impone por ley que la edad adulta no debe llegar a los 18,quedando pospuesta sine die.Tenemos así,una sociedad llena de jóvenes quejicas e inmaduros,adictos a la emotividad y las redes sociales deshumanizantes,amantes de exponer al individuo como carnaza para el consumo.
¿Cuál es la solución a esto?Desde luego,un cambio cultural debe ponerse en marcha.China,como futuro imperio que regirá la humanidad,no tolerará sentimentalismos ni cursilerías a las demás naciones.Las progreces posmodernas,no serán más que un pie de página en el ridículo de la historia,siendo sin piedad devoradas por una realidad que nos buscará allí donde estemos.
Siempre.