La mala leche es algo muy español. Ya desde Cervantes, pasando por Góngora y Quevedo, el ingenio fue siempre puesto al servicio del cachondeo. Una creatividad sin límites, una lengua bífida y una pluma afilada, eran las herramientas necesarias para desmontar las estupideces construidas sobre el tiempo.
Este espirítu canalla ha vuelto a amanecer, ya adaptado a su época e inserto en el formato de los videojuegos. Pokemon Iberia, es un juego lleno de crítica brillante, que toma las formas de un cutre RPG Maker para hacer una burla incisiva de los males de la sociedad española.
Y eso jode y ofende a muchos. Vaya que si jode.
Las manadas de lo políticamente correcto, están entrenadas para morder y llorar, no sabiendo cuál es la tarea en que se muestran más agudos. Cuando deciden acechar a una presa, la persiguen por todo internet, peinando cada rincón y conquistando los puntos de resistencia a su imbecilidad crónica.
Así, el juego de Pokemon Iberia, se ha enfrentado a la furia arcoíris, simbolizada en el ataque recibido hacia un chiste brillante escrito en el juego.
En el menú de opciones, aparecían 3 alternativas a la hora de elegir género: Chico, Chica y género no binario. De elegir la tercera opción, el juego te convertía en un helicóptero de ataque, lo cual despertó las eternas acusaciones de los buscafobias hemofílicos.
El creador, ante el acoso recibido de las piaras digitales, decidió realizar algunas modificaciones a su juego, pues temía que este fuese retirado o incluso le entrañase problemas mayores. No olvidemos que España, se ha convertido en los últimos años en una pesadilla distópica progre, donde los lobbies cazasubvenciones controlan el lenguaje y dinamitan la cultura.
En este entorno de oscurantismos violetas, es imposible que prospere algo siquiera parecido a la creatividad.
La cultura española dista mucho de las glorias pasadas, convirtiéndose tiempo ha en el refugio de vagos carentes de talento. Un rincón donde lloriquear por una paga, lamiendo el culo del gobernante a cambio de billetitos arrugados arrojados por este. Ahora, en los tiempos de la corrección y a ofensa fácil, el ingenio es proscrito por amenazador, pues las nenazas mediocres amigas de desperdiciar su vida, arden de envidia cuando un producto cultural vale lo que ellos jamás valdrán.
Y eso es lo que ha ocurrido con Pokemon Iberia, juego linchado por las masas de ciberllorones amigos de censurar. Seres amargados y hundidos en su propia debacle, siempre empeñados en despeñar a su abismo a todo aquel que les rodea. Desde aquí, no tengo otra cosa para ellos más que una recomendación en aras de ayudarles, y es que creo que visitar un buen psiquíatra, solucionaría sus problemas de intolerancia crónica.
Besos y un saludo.