Recórreme fuerte en magullos de amor
concéntrate en la predilección que tienes
sobre mis prominentes protuberancias
caderas sudadas, nalgas erizadas
aquí estoy para ti
para que suene exquisito
como me bordeas al final de la espalda

Hazme tuya, te lo pido
hazme el amor, poseéme
tómame con la fuerza y ternura con la que agarras
a tu libro preferido y leéme este táctil anhelo
de que me profanes, te doy permiso
aquí estoy, delante de ti y de espalda
para que lleguemos al clímax

Me frotas, me sacudes, me haces disfrutar
escalas de dolores, sensaciones de instintos
lángana, lángana, suena mi piel
lángana, lángana, me golpeas otra vez
vulneras la identidad de mi morbo
con un sonido seco que me pone cada vez más húmeda
me pone rosada y acumulada
por aquel estrujo varonil
con el que me posees por detrás
caderas al vaivén con el ritmo de tus manos
suena sabroso la piel
lángana, lángana,
y el instinto del dolor sucumbe
con el de la humedad de mi ser que parece maltratado
pero que en verdad es la marca de una pasión que imploro
sin medidas ni pronósticos