Como una miel celeste llego este bello despertar,
su piel suave esta húmeda de agua marina,
su calor engrandece un panorama encantador,
que da alegría y amor con un gran resplandor.

Soberbia montaña que esconde mi luz,
acaparas la inmensa capa celeste,
me conviertes en una fiera hambrienta de lujuria,
por sentir ta sabia y diversa naturaleza.

Llamas de fuego armónico que buscan encanto,
sonora brisa que me inunda de melodía,
vibras al aire con dulces sentidos,
dame la fuerza de amar tus fogosos paisajes.

Redondo brillo que opacas mi mirada,
con pasos de enfermo camino por los medanos de tu cuerpo,
sintiendo el viento marino bajo la sombra exquisita,
abrigándome de una arenosa llama de pasión.

Dama azul, llevas un vestido espectacular
que brilla como un vasto cristal azogado,
reflejas al espacio de un cielo invadido de estrellas,
que despejan y alejan la tristeza de mi alma.

Persigo el despertar de tus ojos,
que abarquen de rosas mis pensamientos,
sembradas en los valles de mi ser,
alimentadas de una luz melódica,
que da sonido a mi piel.