Si abriste este post es porque al igual que yo en algún momento te preguntaste ¿qué poder hacer para mejorar tu vida?  

  Tal vez acá no puedas encontrar la respuesta a ello, quizá sí, pero hay algo que estoy seguro aprenderás

Solo nosotros mismos somos capaces de cambiar nuestra realidad

  Y esto no quiere decir que existe una especie de ritual mágico, conjuro o mucho menos un   

  Bidibi badibi bun  

  que nos permita hacerlo; claro que no, pero si hay algo que tienes que tener muy claro  

  Todo lo que hacemos tiene una repercusión directa sobre nuestras vidas  

   Puede que esto te suene a cliché, pero quiero ir un poco más allá.

   Todo lo que existe es energía y por ello, nosotros somos energía en su más exquisita versión.   

  Somos cientos de miles de millones de partículas que vibran diariamente sin parar y es acá donde debemos tener mucho cuidado, la frecuencia con la que vibremos nos puede acercar o alejar cada vez más de nuestra felicidad.  

  Nuestras emociones pueden alterar directamente nuestro estado vibratorio. De manera muy particular cada emoción puede asociarse a un nivel de frecuencia vibratoria y esta frecuencia a una potencia. Mientras más alto estemos vibrando más grande será la potencia asociada a esa emoción y viceversa.  

  Las emociones positivas se encuentran en los niveles vibratorios más altos, mientras que las negativas todo lo contrario.  

  Al elevar nuestra frecuencia vibratoria aumentamos directamente la conexión con la fuente, esa conciencia superior, lo que produce la magia que hace posible que todos nuestros deseos se manifiesten  

  Y digo “magia” solo para intentar usar una palabra que describa el maravilloso resultado de esta conexión porque es “algo mágico” no hay una mejor manera de expresarlo. 

  Es acá donde entra mi experiencia con el CRP que debe su acrónimo a la frase Circulo de Realización Personal.  

  Un estilo de vida que viene tomando auge en América Latina y que llegó a mí de la manera más inesperada posible.

   Pero este no es un post para contarles como conocí el CRP, o como me volví practicante. Solo quiero mostrarles las seis herramientas que aprendí para hacer de mi vida  

un lugar mejor para mí  

  Vivimos en un mundo hermoso, pero solemos quejarnos de lo que no tenemos, seguramente te dijiste alguna vez algo como

¡Listo, ahora si voy hacer feliz!  

  Y a lo poco te has frustrado por no conseguirlo totalmente. ¿Verdad?

  ¡Disfruta la vida!, date un tiempo para reconocer todo lo bonito que te rodea. ¿Desde cuándo no disfrutas como la brisa fresca golpea tu rostro?, ¿Cuándo fue la última vez que sonreíste por ver el amanecer?, ¿Eh?, vive a plenitud lo que te gusta. ¿Rascarte la panza? Hazlo, ¿Buscar formas en las nubes? Hazlo, ¿Cantar? ¡Hazlo!, déjale saber al mundo que disfrutas tu estadía en él. 

  Cuando digo cosas como estas las personas me responden:  

  Es que no puedo, para hacer lo que me gusta me hace falta “sus excusas acá”  

  Y te digo una cosa:

no es cierto. ¡No lo es!  

  Podemos hacer mucho con poco, somos el ingenio puro con forma humana, lo tienes todo, conéctate con la abundancia y comienza a reconocer todo lo que si tenemos y las cosas que podemos hacer con ello.  

  No me refiero a lo material solamente, al final lo palpable no trasciende con nosotros, conéctate con tus más buenas emociones, con tus seres queridos, con tu bienestar, con el amor, aquí radica lo importante de este punto: seremos tan abundante como queramos serlo.  

  Nunca olvides que coexistimos en una sociedad que está llena de tabúes y de personas que necesariamente no piensan igual que tú.  Es importante que te des cuenta que

  Cada quien es como decidió serlo y eso está bien  

  No trates de forzar a los demás a ser una especie de reflejo tuyo, permite y permítete. ¿Te molesta como esta vestida esa persona?, ¿Si?, ¿Eso te afecta de algún modo?, ¿No?, ¡entonces que no te importe!  

  Aprendamos a que algo externo “nos afectara” en la medida que nosotros dejemos que eso pase.  

  ¿No quieres hacer eso que te pidieron?, ¿No?, ¡no lo hagas!  

  Recuerda que tu comodidad es primero ante todas las cosas.  

  Deja a un lado todas esas presunciones que ni sentido tienen. Se positivo. ¿Por qué pensar en que comprar si no hay el producto que quieres si más bien puedes pensar en todo lo que puedes hacer al tener ese producto?  

  Enfoquemos nuestra energía en pensar en lo que queremos y en como lo queremos.  

  Y lo sé, estamos pre programados a pensar negativamente, pero que esto no sea más. 

  ¿Hay algo que quieres desde hace mucho tiempo y aun no lo tienes? 

Pues te digo amigo   

  algo estás haciendo mal.  

  Y sé que puede sonar de forma pedante pero no es así. Recuerda que solo nosotros podemos cambiar nuestra vida y si aún no tenemos eso que tanto soñamos es porque no estamos enfocando de manera correcta nuestras energías y nuestras acciones para lograrlo. Vibra con tus deseos. Planea, canaliza, enfoca, ejecuta. Crea un plan que termita acercarte cada vez más a eso que tanto añoras.  

  Siente tus deseos como si ya fueran una realidad. 

   ¿Deseas una casa en la playa? No piensen entonces en la manera de conseguir el dinero para comprarla, se supone que todas tus acciones están enfocadas a lograr ese cometido porque ya tienes un plan. Aprovecha mas bien esa energía en visualizarte en tu nueva casa, disfrutando de la vista. Siente lo caliente del sol en tu piel, escucha el sonido de las olas, percibe el olor a arena mojada, proyéctate, recuerda que contamos con un recurso muy grande, nuestra imaginación.  

  Somos pensamiento, somos palabra, somos sentimiento y emoción.  

  Cada uno de ellos repercute directamente en nuestra forma de ver la vida y por tanto en como la preparamos para nosotros.

   Yo apenas estoy iniciando en este camino de superación, pero se que hay algo más al final del mismo.

   Y tú, ¿estás preparado para aprender a utilizarlos?