Continuamos esta saga de publicaciones con un ciclo que en vez de evitar, debemos conseguir, realizar, ya que podría ser beneficioso para nosotros, y podemos sentirnos mejor con nosotros mismos; hablo del Ouroboros de Bien.

Fuente

Hacer el bien, un tema o punto muy subjetivo, ya que para mí podría ser bueno algo que para ti podría ser lo peor del mundo, pero hay muchas cosas en donde pueden estar de acuerdo la sociedad donde te relacionas y tú que pueden ser buenas, y esto es lo que debes recalcar, practicar e inspirar.

Ahora ponte cómodo, que iniciamos con una nueva publicación.

Realmente es increíble como algo tan pequeño como decir “buenos días” en las calles a las personas mientras caminas puede generar que tanto tú como esas personas cambien de ánimo a un estado neutro a uno feliz solo con dos palabras.

Fuente
Ahora imagina que no son solo dos palabras, ahora imagina que puedes ayudar a las personas de otras formas, como brindando una comida a las personas de la calle (si tienes la economía suficiente, claro) o ayudas a tus amigos y familiares sin esperar nada a cambio.

Aunque no lo creas, el realizar este tipo de cosas puede hacer cambiar a una persona, ya que pueden ver que tú haces bien, y por consiguiente ellas también quieran hacer cosas buenas, y así inspirar a más y más personas a cambiar hacia un lado bueno.

Un esfuerzo que no está de más

Ser bueno en cosas pequeñas es algo que no ocupa mucho de nuestro tiempo, en comparación a la satisfacción que podemos sentir por haber ayudado a alguien y, a menos que sea alguien que trabaje por minuto y tengas que estar siempre en el trabajo, realmente se puede dar la situación de ayudar a alguien.

También entiendo que hayan personas que puedan sentir pena de llegarle a alguien y ofrecerle ayuda, ya que es algo que yo también he sentido, pero esa pena debemos transformarla en valor y usarlo para ayudar, ya que no sabemos qué tan agradecida estará la persona con nuestra ayuda.

Fuente
Si la pena te sigo venciendo, puedes pensar en una cosa más, si la persona quiere recibir tu ayuda, te dirá que la quiere, y si no la quiere, te dirá que no la quiere, tan simple y sencillo como eso, así que no hay nada que temer de querer ayudar a alguien.

También puedes colocarte en su situación, imaginando que eres tú el que necesita ayuda y quisieras que alguien te ofreciera su ayuda y pensar lo agradecido que estarás, solo que en esta situación eres tú el que puede ayudar, y la otra persona la que puede estar esperando la ayuda de alguna persona bondadosa y, sobre todo, buena.

La satisfacción de ayudar a una persona puede ser muy agradable, y quizás hasta puedas empezar una amistad con una persona si ofreces tu ayuda.

Habla con tus amigos y familiares acerca de este pensar, y puedes inspirarlos a empezar a realizar cosas buenas y mejorar como personas.

Si tienes alguna idea, pensamiento o crítica constructiva, puedes dejarla en los comentarios.
Muchas gracias nwn.