A lo largo de la historia han sucedido cosas muy parecidas a lo que te ha tocado relatar y vivir, tanto así que han sido escritas en formas de parábolas por muchos autores y muchos libres, digo esto porque siempre hay un cuento que me gusta leer y contar cada vez que tengo la oportunidad y esta es una de esas.
Se trata de una familia de tres integrantes, Padre, Madre e Hijo, que vivía en un lugar muy humilde, alejado del pueblo y su único sustento de vida era una vaca de la cual obtenian leche para su sustento y venta, así como la elaboración de quesos, un día recibe la visita de un maestro y su discípulo, los dueños de la casa le ofrecieron a estos lo mejor que tenían para comer y dormir, durante el amanecer el maestro salió al patio y mató a la vaca, esto enfureció mucho al discípulo ya que no entendía como su maestro podía hacer esto a una familia tan buena y que se había portado muy bien con ellos, comprendiendo que el único sustento de la familia era esa vaca, el maestro tranquilo sólo respondía a su discípulo que se quedara tranquilo y se marcharan sin despedirse que luego de unos meses volverían.
Así se hizo, el discípulo se sintió muy mal durante esos meses preguntándose que sería de aquella familia sin su único medio de sustento, pasado el tiempo le tocó nuevamente al maestro y su discípulo pasar por la casa de aquella familia, para asombro del discípulo la casa ya no era aquel humilde ranchito, er una buena casa, con una buena cocina y cuartos, el discípulo preguntó intrigado al Padre de la familia que había pasado y este le contstó que luego de la infortunada muerte de su vaca tuvieron que buscar tras opciones de sustento, el se dedió a la siembra y cultivo, su esposa a la costura y el hijo a la comercialización de los rubros cultivados por su padre y las costuras de su madre.
todos en ocasiones nos acostumbramos a nuestra vaca y olvidamos el resto del talento que tenemos para dar.
buen post
saludos.