EL MISTERIO DE LA CAMPANA DE EMILLIE 에밀레종

Una antigua leyenda, señala que un adivino profetizó, que la campana perfecta podía hacerse, si un inmaculado e inocente infante, con pureza de corazón, fuese arrojado en el metal fundido del horno antes de ser moldeada. Los ministros del Rey se decepcionaron tras la profecía.

Al poco tiempo, un monje en su búsqueda de recursos para elaborar la campana, toca la puerta de una mujer muy humilde, quien le dice que lo único que tenia de valor para donar, era su pequeña hija, y en un momento de ingeniosidad y mofa, le dijo al monje que podía llevársela. El monje se sonrió de la broma, retirándose al monasterio.

Al llegar al templo, después de contar la historia de la mujer, oficiales del Gobierno, no podían creer en la buena fortuna; así que, esa misma noche fueron a caballo a la casa de la mujer y le quitaron a la fuerza a su pequeña hija, alegaron que ella misma había dado su palabra de entregarla como ofrenda, independientemente de la forma que lo había dicho: “una promesa era una promesa”.

Una vez que todo estaba listo para moldear la campana, la pequeña lloraba y gritaba de manera desgarradora, eso no impidió que los oficiales arrojaran a la desafortunada niña al horno incandescente. Los gritos de horror quebraron el aire y al poco tiempo, todo quedo en un absoluto silencio.

La campana fue moldeada y al momento de probar su sonido, el Rey junto a sus ministros y los monjes, esperaban ansiosos en el Templo de Pongdok: un sonido suave y claro inundo el ambiente, sin embargo, siguió en aumento hasta que un eco distinto pudo distinguirse: era un inconfundible lamento de una niña llamando a su madre “Emillie, Emillie, Emilie”

La Campana original de Emillie, es de unos 3.3 metros de alto, 2.27 metros de ancho y 19.9 toneladas de peso, es considerado uno de los mayores misterios de Corea.

Su origen data de del año 771 de la Dinastia Shilla (57 A.C - 935 D.C), su sonido realizaba un llamado a los monjes y al pueblo de Gyeongui a rezar, su vibración podía tener un alcance de hasta 60 Km de distancia en noches despejadas.

Según estudios y experiencias plasmadas en la historia reciente, se indica que el sonido que emite la campana, es distinto a cualquier otro: es triste, conmovedor e incluso, según señalan, suena como un lamento.   En la actualidad La Campana de Emillie original, es considerada como Tesoro Nacional de Corea, y tiene más de dos décadas en silencio, no ha vuelto a ser tocada de nuevo debido a una grieta.

El 19 de abril de 2012, la Embajada de Corea en Venezuela, en conmemoración del Bicentenario de la Independencia, hizo entrega de un monumento muy especial: “La Campana de la Amistad” o “Campana de Emille”, es símbolo que representa la simpatía entre ambos países, por lo que es considerado como emblema de la riqueza cultural y la culminación de la unificación del reino de Shilla de Corea.