ESTO CAMBIÓ MI VIDA POR COMPLETO

Hace poco, estando en la entrada de un Centro Comercial cercano a mi casa, me detuve por unos minutos a meditar en algo que estaba observando en ese momento. Olvidé por completo las diligencias que tenía que hacer en ese Centro Comercial, mientras contemplaba una situación un poco inusual, que se estaba desarrollando en ese momento.

¡Un hombre, estaba sentado en el suelo, vestido con ropas sucias y rasgadas, pidiendo en voz alta, algo para comer!

Alguien, sin mediar palabras, se acercó al anciano con una bolsa en la mano, y sentándose a su lado, comenzó a sacar algunas cosa y las colocó a su lado en el suelo.

Al sacar todo de la bolsa, comenzó a compartirlas, un jugo de naranja para él y otro para el anciano, a quién preguntó antes de dárselo: ¿Con azúcar? Éste asintió con la cabeza y de inmediato agregó al jugo un poco de azúcar y al mezclarlo, se lo entregó en sus manos.

Luego de eso, le entregó dos arepas rellenas de carne y algunas servilletas, y comenzando ambos a comer, hablaban de algunas cosas que no alcancé a oír, pero claramente se veía que tenían una amena conversación. La gente que pasaba frente a ellos, se quedaba extrañada de tal situación, puesto que no es frecuente ver este tipo de acontecimiento, no obstante, pasaban de largo murmurando entre ellos del asunto.

Cuando terminaron de comer, el hombre se levantó y ayudó al anciano a ponerse de pie, al cual, abrazándolo, se despidió de él con una actitud de agradecimiento, (imagino que por haber tenido la oportunidad de compartir una comida con él) y dejándole algo de dinero en la mano, se alejó de él.

Mientras miraba como se alejaban el uno del otro, medité profundamente en algo que había leído en la Biblia, acerca de servir a otros, lo cual no es algo común en estos tiempos. Fueron muchos pensamientos y sentimientos encontrados, ya que cuando nuestro ego es demasiado grande, buscamos la forma de ocultar nuestro orgullo y pompa al decir: "El que sirve es mayor a aquel q es servido".

¿Pero que dijo Jesús?

Esta historia la encontré en el Evangelio según San Lucas capítulo 17: 7 al 10:

Él le pregunto a los discípulos: ¿Quien de ustedes que teniendo un siervo que trabaja en el campo, al regresar a casa le dice pasa y siéntate a la mesa y come?

¡En ninguna parte de este planeta sucede eso!

Jesús siguió diciendo: ¿No le dice más bien: prepara la comida, arréglate y sírveme hasta que haya comido y bebido. Cuando yo haya terminado, podrás comer y beber tú?

Y para el completo, Jesús nos da algo más para decir: Somos siervos inútiles (aunque muchos afirmen que somos hijos, amigos, coherederos con Cristo y herederos de Dios) porque hicimos las cosas que nos correspondían hacer.

Aquí entendí que el servicio a otros consiste en hacerlo como si fuese para Dios mismo, haciendo las cosas que Él, en su infinita gracia, nos mando a hacer.

EL QUE SIRVE, JAMÁS SERÁ MAYOR QUE AQUEL QUE SE SIENTA A LA MESA.

Pero la falsa humildad te dice que sí. Luego de servir, tocan un trombón para hacer alarde de eso.

Jesús, siendo el mayor (el único mayor) nos dio ejemplo de servicio y la ventaja consiste en hacer mucho más de lo que nos corresponde.

El siervo, después de trabajar en el campo, solo le tocaba descansar y comer con el resto de los jornaleros. Sin embargo, eso es ser un siervo inútil (solo hizo lo que debía, su trabajo) pero llegar del campo y servir al AMO, preparando la cena y arreglarse (estar a la altura de la ocasión), da como resultado que TAMBIEN PUEDE COMER EN LA MESA DE SU AMO Y LA MISMA COMIDA, NO OTRA.

Allí mismo, es cuando comenzamos a dejar de ser inútiles para convertirnos en siervos útiles, dignos, a la altura del amo, creador de los cielos y de la tierra, cuando comenzamos a hacer mucho más de lo que debemos, cuando servimos a otros mucho mas allá de nuestras fuerzas y propios intereses; para convertirnos en verdaderos hijos (obedientes) de Dios, dispuestos para toda buena obra ( lo cual no consiste en predicar con palabras sutiles o con teología vacía, sino con el ejemplo ) la cual Él preparo de antemano, desde antes de la fundación del mundo.

Estoy seguro, mis estimados steemers, que si cada uno de nosotros asume hacer lo que nos corresponde como seres humanos, ayudando al prójimo sin esperar recompensa alguna, haremos de la tierra un mejor lugar para vivir, o como lo dice Andrea Bocelli en su tema “I Believe” con Katherine Jennkins: “Haremos de la tierra el cielo”