La cadena de bloques, y en particular la plataforma de Steemit, brindan la posibilidad de diseñar juegos que recompensen apropiadamente a los usuarios. Pero el objetivo de todo juego debe ser siempre que más jugadores se sumen. Y esa no parece haber sido la meta de Drugwars.
Un juego que quiera atraer muchos jugadores debe tener reglas lo más claras y simples posibles, de manera que sea de fácil interpretación para quienes quieran jugarlo. Además, debe procurarse que estas varíen lo menos posible en el correr del tiempo.
Pues bien, Drugwars está en las antípodas de eso. Las reglas se han ido complejizando al punto que ha ido dejando de ser atractivo incluso para los jugadores que están desde el comienzo.
Además se ha llevado a los jugadores hacia una dirección para luego fomentar la contraria. Por ejemplo, en un momento se apuntó a que hubieran gangs, lo que parecía apuntar a fomentar el juego cooperativo. Sin embargo, más adelante se dio la posibilidad a un mismo jugador de tener varias bases diferentes, lo cual evidentemente vuelve a priorizar estrategias en solitario.
Cosas similares sucedieron con otros aspectos del juego. El problema reside en que no se ha seguido y respetado una idea clara desde el comienzo respecto de lo que se quería del juego. Se ha ido modificando de acuerdo a ideas nuevas que en lugar de mejorarlo terminaban empeorándolo.
No obstante, hay mejoras del juego que han sido positivas, como la inclusión de un mapa y varias relacionadas al aspecto estético. Y teniendo en cuenta que se trata de un juego en desarrollo, puede que en algún momento encuentren el esquema de reglas definitivo que lo haga atractivo para los nuevos y lo viejos jugadores.