Gracias a ella

Hola comunidad, espero estén muy bien hoy, quiero hablarles sobre un amor genuino, que no lastima y es incondicional. Estaba pasando por una ruptura amorosa, de esas que sientes que se te acaba la vida, te derrumbas y no encuentras la manera de seguir; entonces mis padres me regalaron un podle, un pequeño bultico de pelos que me olisqueaba y lamia. Para ser sincera no pensé que mis padres quisieran un perro, pero al ver mi tristeza y no saber qué hacer quisieron darme un pedacito de felicidad. Así que, pasé el primer día buscando nombres y fue el primer día que no pensé tanto en él (por cierto la llame Molly). En el según día le compramos juguetes, pero fue el primer día que me arreglé para salir, y el tercer día jugamos y corríamos por la casa y fue el primer día que reí de verdad. Ella no sabe acatar órdenes comunes como “echarse” o “sentada”, pero sabe cuándo estoy triste y empieza a lamerme y busca llamar mi atención con algún juguete. No voy a decir que fue la solución para superar totalmente lo que sentía en ese momento, pero me ayudó mucho, es que ella es mi pedacito de alegría.