Me llevó medio año cumplir el propósito de Año Nuevo 2015: tirar la basura orgánica separada de lo demás. Antes lo intentaba pero al final terminaba revolviéndola.
Supongo que lo mejor es conocer el uso que se le dará, para que el esfuerzo que representa organizarla sea mejor aprovechado.
Por ejemplo, si es para alimentar un perro, cerdos, o para usarse como composta; se tendría que guardar en distintos recipientes o bolsas.
Pienso que si alguien ofreciera algún beneficio económico además del servicio de recolección, veríamos más interesante el entregar los residuos listos para ser reutilizados. Al menos en el lugar donde vivo, donde aún no es lo más común hacerlo.