Eran las 11 de la noche en el pequeño pueblo de churuapa, las sombras de 2 adolescentes se pierden en la lejanía con dirección al rio, nadie excepto ellos sabe de la reunión que llevarían a cabo esa noche.

-Aquí es José, llegamos-Pablo el mayor de ellos se detuvo justo 15 metros antes de llegar al río.

-Como estas tan seguro de que hemos llegado al sitio-dijo José- Con esta obscuridad no me sorprende que te equivocaras.

-Calla José te he dicho que lo había preparado todo antes de venir, ve, aquí están los troncos en donde nos sentaremos, y aquí están los leños que había cortado, solo déjame encender el fuego y escuchare tu historia.

-Mi gran historia querrás decir…

-Ya cállate José y comienza de una buena vez, mira que ya he prendido el fuego-dijo Pablo mientras se sentaban en los troncos alrededor de la fogata.

-Bueno-continuo José- ¿Alguna vez has escuchado acerca del Silbón?

-Claro, pero me parece que son puras supersticiones-contesto Pablo- Aun así, ¿a qué viene eso a nuestra reunión?

EL ORIGEN DEL SILBÓN

-Pues Pablo, has de saber que el Silbón es un ser real, detrás de su historia puede que haya algo de leyenda, puesto que algunos dicen que fue un hombre que mató a su padre porque este había asesinado a su esposa, otros cuentan que era un joven caprichoso que mato a su padre para devorar sus viseras, sin embargo todos coinciden en que el abuelo de este muchacho, maldijo a su nieto por lo que había hecho con su padre, y desde entonces vaga errante, con un saco sobre su hombro, en el que cuentan lleva los huesos de su padre y posiblemente uno que otro hueso de alguna de sus víctimas.
Muchas personas dicen habérselo encontrado por los llanos venezolanos por donde vaga, cuando el silbón se encuentra con alguien esta persona escucha un silbido, cuentan quienes le han escuchado que es mejor cuando el silbido se escucha cerca, porque eso significa que el silbón está lejos, pero cuando el silbido se escucha en la lejanía es cuando debes correr porque está más cerca de lo que te imaginas.

-Son puras tonterías José-dijo Pablo- Dime alguien que tú y yo conozcamos que lo escuchara o incluso que lo viera…

-Claro que lo han visto-exclamo José- Laura Cortez me comento que hace varias noches escuchó un golpe seco cerca de su casa, fue tan fuerte que se despertó repentinamente y escucho un leve tintineo, al asomarse a la ventana vio a un hombre muy alto, de tez oscura, con un sombrero ancho de cogollo. Tenía un saco en la tierra y del saco vio como sacaba uno a uno algo que desde esa distancia parecían ser huesos, ella se asustó mucho tomo su manta, se arropo hasta la cabeza y se puso a rezar, sin embargo, a la mañana siguiente noto que sus padres estaban algo tensos, ella les comento lo que había visto en la madrugada. En la cara de su madre, Laura noto preocupación, ellos no querían contarle, pero tras su insistencia le comentaron que ellos también habían escuchado el ruido y su padre había visto también al silbón. Dicen que es normal que el silbón se detenga en alguna casa a contar los huesos que carga, sin embargo, es mejor escucharle mientras lo hace porque de no ser así, si nadie lo escucha contar, de seguro algún miembro de esa familia morirá al día siguiente.

¡CLACK, CLACK! ¿Qué es eso?- los muchachos se levantaron nerviosos. –Ha sido un animal José, mira- los muchachos se levantaron y vieron unas ramas que habían caído de un árbol. –Seguro fue una iguana- dijeron.

UN ENCUENTRO CON EL ESPECTRO

Sin embargo Pablo-dijo José- Laura no es la única que me ha contado una experiencia cercana con el silbón, mi tío Francisco conoció un hombre hace tiempo mientras vivía en el Arauca, creo que su nombre era Juan. Juan había sido advertido acerca del silbón pero siempre se burlaba de quien le dijera algo al respecto, una tarde mientras este hombre iba a una fiesta se encontró con mi tío, quien trabajaba en una de las haciendas aledañas, este al ver que empezaba a anochecer trato de disuadir a Juan de ir a la fiesta, pero no le escucho y siguió su camino. No paso mucho tiempo cuando las nubes cubrieron la poca luz de sol y el camino se hizo más oscuro, de repente Juan escucho un silbido fuerte muy cerca de él, al principio no le dio importancia, pero el silbido no se iba, pensando que era mi tío quien le jugaba una broma empezó a gritar y a proferir amenazas para quien estuviera escondido en los matorrales, pero el silbido no dejaba de escucharse. Recordando las historias que contaban sus amigos empezó a reírse -¿Quién es el silbón para causarme daño a mí?-pensaba.

El silbido empezó a hacerse más leve pero parecía provenir por encima de la cabeza de Juan, cuando este subió la mirada sintió un golpe en la espalda que le tumbo, asustado empezó a proferir golpes a su alrededor pero no logro asestar ninguno, sin embargo lo que era no dejaba de propinarle varios golpes a Juan, ya cansado y sin fuerzas dio un último grito de auxilio.

Los hombres de las haciendas cercanas salieron a socorrerle entre ellos mi tío, cuando llegaron a su auxilio, escucharon
un silbido y la figura de un hombre alto con ojos de fuego paso encima de ellos en ese momen…

-¡Hiiiic! ¡Hiiiic! ¡Hiiiic! - chillo una rata, pero era muy tarde, los jóvenes ya asustados corrían a sus casas.

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Bienvenido a personajes del terror amigo mio, gracias por quedarte a leer, si deseas conocer la historia original de Juan Hilario y El Silbon dale a este Enlace.
Espero mi relato fuese de tu agrado, agradecería leer tu opinion en los comentarios, y sigue la historia cada viernes, porque te aseguro que no sera la primera vez que estos amigos se reunirán, ahora es que se pondrá bueno...Terrorifica noche amigos de steemit 😎