¡Excelente post!
Fíjate que yo entreno chatbots y hemos llegado a una situación curiosa: el desarrollar uno ya no es más un desafío tecnológico sino uno más bien lingüístico, pues el robot carece de consciencia y es a partir de los significados con los que los nutrimos que responden a las preguntas de las personas.

Esto es retador, pues lamentablemente las personas no tienen ninguna idea de lo que las palabras realmente significan y nos lleva a empaquetar palabras que nada que ver dentro de una misma intención y tener que utilizar otras palabras para dos intenciones diferentes, a saber: las personas a veces usan "cobro" para decir "pago" y "pago" para decir "cobro" y la palabra "renta" la usan indiscriminadamente, lo cual evidentemente está mal, pero en el desarrollo de un agente conversacional es el agente el que debe adaptarse al usuario, igual que como hacemos las personas a pesar de que todavía falta mucho para que las máquinas adquieran consciencia de sí mismas y contexto social (el cual a veces lo resuelve bien calculando la probabilidad de que una determinada respuesta sea la correcta).

¡Saludos!