Amor solitario
en la cúspide del firmamento.
Busco una senda que guíe mi espíritu
hacia el tuyo.
Busco la luz que borró la oscuridad.
Y las aguas que regaron las semillas del amor.
Yo te pregunto lucero del largo rotar,
si viajando como tú viajas
se puede algún día amar.
Porque en esta larga espera
de verte viajar y viajar
mis ilusiones se van
y mis esperanzas se acortan.
Los jardines han florecido
no sé cuántas veces más.
Los árboles dan sus frutos
cada año sin faltar.
Mi juventud se retira sin poderla contener.
Mi vista se ha cortado
por buscarte sin cesar.
Cuando ella se marchó sin siquiera avisar.
Recorriendo los parajes acompañando tu luz.
No imaginaste el pesar que yo sentí.
Desde entonces me encuentro
con muchos años de andar.
Con el pelo blanquecido
y el cuerpo envejecido.
Con mis recuerdos de joven
pensando donde encontrarte.
Para dejar de vagar,
lucero de largo andar.
Y así decirte mi amada,
no es justo éste peregrinar.
