LA EMBUTIDORA

Luego de comer un trozo de un exquisito chocolate con maní, Leonora encontró la forma de conocer a su persona indicada, decidió entonces abrir un perfil en una red social para aprender idiomas y una vez dentro poder conocer a la persona indicada, algo absurda la idea pero en fin, esa fue su idea.

El primer día en la red social realizó sus primeras lecciones de inglés ya que fue el idioma que había seleccionado para aparentemente aprender. Le fue bien sus lecciones, aprendió palabras nuevas, tanto escribirlas como pronunciarlas, también quiso ayudar a personas que estaban aprendiendo su idioma, el español o como en mi tierra le dicen oficialmente, el castellano, ya que dicha red social le permitía a ella poder corregir a los aprendices de español.

En ese proceso de estar corrigiendo, Leonora encontró a esa persona indicada que estaba buscando, esa persona había colocado en la red un audio para su corrección, en dicho audio se trataba de iniciar un saludo con presentación, Leonora dio play haciendo clic en el ícono correspondiente y el audio comenzó a reproducir el sonido, la voz de la persona, de ese audio se escuchó una voz profunda, de un hombre diciendo: - “Hola, soy Timothy”- al oír a esa voz, Leonora se erizó y comprendió que ese era su indicado, su hombre.

Entonces, ideó un plan de cómo captar su atención de manera tal que Timothy accediera primero a darle su contacto por otras redes sociales, su número de teléfono y luego la cita que sería el evento de consumación. Así que ella corregía los ejercicios que Timothy hacía, ella le grababa audios para que él reconociera la voz de ella y se interesara más en conocerla, pronto las correcciones pasaron a ser más bien conversaciones que todo el mundo en esa página web podía ver, hasta que un día luego una especie de flirteo de ella y una respuesta similar que vino de él Leonora se atrevió a darle la dirección de su perfil en la red social más influyente del momento, en cuestión de poco tiempo, Timothy había caído en la primera red, la buscó y solicitó su amistad, ella obviamente la aceptó y una nueva amistad comenzó a surgir pese que aún les separaba la distancia física entre ambos, pues eran de naciones diferentes, ella de una hispanohablante y él de una angloparlante.

Su inglés mejoró y el español en él también, habían pasado ya meses desde su primer contacto y una noche de chat con Tim este le propuso a Leonora el verse, esta propuesta emocionó a Leonora ya que le confirmaba que casi todo estaba hecho, ese definitivamente era su hombre indicado por lo que no dudó pero como la premura de verse era inmensa entre ambos, decidieron verse en un país en el cual no les pidieran visa a ninguno de los dos, razón por la cual escogieron Aruba, el chat terminó y Leonora se fue a su cuarto a dormir no antes de haberse masturbado primeramente.

Llegó el momento, Leonora tomó sus maletas y partió al aeropuerto, en unas horas estaría en Aruba con su hombre, y su felicidad suprema se consumaría al fin. En su maleta llevó consigo ropa, juguetes sexuales, dos pares de zapatos, artículos de higiene personal, y espacio para comprar recuerdos. En el aeropuerto de su país la apartaron hacia las conocidas habitaciones en el que le hicieron preguntas del viaje, ella respondió, veré a mi hombre y podre embutir, los militares que le hicieron las preguntas no entendieron mucho lo que Leonora decía pero supusieron que se iba a encontrar con su novio o pareja.

Al llegar a Aruba, los dos tórtolos se vieron y emocionados se abrazaron, e incluso el primer beso ocurrió allí, el sueño estaba cumplido, su hombre angloparlante lo tenía en frente, agarrando su mano y dirigiéndose al hotel donde seria de él, de Timothy.

En el hotel tuvieron relaciones sexuales en mucha cantidad, el hombre estaba impresionado de la potencia sexual de las caribeñas, en su mente pensó en la posibilidad de formar una relación de pareja con Leonora el cual se lo propondría a ella una vez culminado el viaje en la bella isla. Cuando terminó el salvajismo sexual entre los dos amantes, Tim decidió dormir mientras que Leonora llamó por el teléfono al restaurante del hotel para que le trajeran unas manzanas, y como ella gustaba de pelarlas antes de consumirlas pidió que le trajeran un cuchillo. Pasaron algunos minutos cuando el botones llegó con cuatro manzanas y el cuchillo, se las entregó a Leonora y le dijo: -Que tenga buen provecho- y se despidió.

Leonora comenzó a pelar las manzanas una por una, al terminar con la última, dijo: -Llegó la hora- entonces se acercó a donde se encontraba Timothy descansando de la espectacular experiencia sexual y posándose sobre él le asesinó, la sangre de su cuello había manchado toda la habitación que ya parecía una carnicería de un país subdesarrollado, Leonora entonces se fue a dar un baño para luego comenzar a trabajar en ello, su hombre indicado.

Terminó el baño, Leonora tomó de nuevo el cuchillo y comenzó a abrir el abdomen del cadáver de Timothy, sacó sus vísceras y las llevó al lavamanos donde comenzó a lavarlas y sacar su contenido para poder formar una funda natural en el cual embutiría los órganos que a ella le placiera colocar. Una vez listas las fundas naturales (venidas de las vísceras de Timothy) tomó algunos órganos de su hombre, tomó los riñones, el hígado, los pulmones y el páncreas, los colocó en un bol y comenzó a hacer una pasta de todo eso y al lograr una mezcla algo homogéneo procedió a embutirlos en las vísceras ya vacías de Timothy logrando hacer unos cuatro hermosos chorizos.

Cuando finalizó su trabajo de chacinería Leonora tuvo hambre y no dudó en decidir qué comer, pues ella quería probar esos ricos chorizos embutidos por ella, a lo que tomó sus provocativos cuatro chorizos, abrió la puerta del cuarto donde se alojaba en el hotel y se dirigió a la cocina para así poder consumir a su hombre, el indicado.

Fin.

Pokotó