Impacto

Y así reconoció repentinamente que su vida no era la misma, desconocía aquello que ayer parecía interesante, aquello que era cotidiano. Justo en ese momento entendió que los cambios llegan sin tocar la puerta, sin hacer ruido, y es inevitable volver atrás.

Observaba de lejos lo que se había derrumbado, sólo ella podía verlo, sólo ella podía sentirlo. Sabía que era algo que no se reconstruía materialmente, necesitaba trascender, y ver la vida de una manera distinta, pero no con los mismos ojos...Sino con el ojo del alma.