Hace tiempo comencé una búsqueda, la más difícil que puede haber. Empecé a husmear en lo más profundo de mí, no podía seguir viviendo solo por hacerlo, no me había cuestionado nada en toda mi vida. Estaba siguiendo una línea secuencial que ni siquiera existía. Pero eso debía cambiar, fue el inicio de la gran aventura que me enseño quien realmente soy. Al emprender mi exploración fue desconcertante, jamás pude llegar a imaginar todo lo que encontraría en el trayecto. Pensé saber quién era pero no tenía ni la más remota idea.

• Hice cosas que jamás se cruzó por mi mente hacer, pero fue sorprendente.
• Tuve oportunidades que no desperdicie, no me arrepiento de nada.
• Compartí con amigos donde reímos hasta no poder más, momentos maravillosos.
• Permití la oportunidad de percibir nuevos sentimientos, una buena decisión.
• Cree para mí un nuevo mundo lleno de sorpresas que me recuerdan mi valor personal.

Fue difícil encontrarme, es más aun creo que no me conozco lo suficiente. Hay mucho para explorar lo que hace interesante mi vida. Siempre tendré algo que aprender sobre mí. Pero llegue a una conclusión; mi personalidad se basa en un inteligente pero terco e intenso individuo que siempre aspira alto, hay momentos en los que puede caer, pero volverá a levantarse con más fuerza, un ser persevante que jamás se rinde ante lo que quiere, un poco aburrido tal vez, un necio pero... ¡Soy fantástico!

Puedo perder mi orientación de vez en cuando, pero cuando miro al cielo recuerdo mi dirección. Un terco con grandes metas esta libre, un apasionado escritor anda suelto. Quiere cumplir sus sueños, quiere llegar muy lejos, recorrer todo el mundo sin excepción. Vivir lo mejor posible sin mirar atrás, aprovechar oportunidades, si no existen crearlas, si no hay ventanas abiertas, abrirlas. Con el arquitecto de mi mundo, mi mente, comenzaré una a construir. Ya no importan quien fui, lo que importa es lo que viene.