¡Preparativos para la próxima novela!😎📚✏💻 1.5 (Creación del primer personaje)

El analítico (Leonardo). Amante de los perros de raza pug, su lógica es adictiva, mezclado con su hiperactividad le hacían de un arma peligrosa, pensaba muy rápido, ante todo sacaba una respuesta, varias, exactas, medidas, certeras, no inventaba, intentaban adivinar como hacía para hablar y actuar con base en cualquier circunstancia, elocuente, su humor le caracterizaba, cualquiera que lo conociera se percata de su cómica personalidad. Dato curioso que resaltaba su mente, quienes responden con sarcasmo según estudios piensan más rápido. Denota su autocontrol, es esa persona que destaca con su paciencia o cuando la perdía, ganaba con algún chiste, por más que lo molestaras resolvía los asuntos con comicidad.

¿El análisis debería influenciarlo a ser alguien más frío? Y lo era, frío y calculador, eso le dificultaba para hacer amigos, de hecho, escogía a los peores. A pesar de su brillante potencial, le gusta la vida fácil, sencilla, es amigo de Elias, suelen jugar por las noches hasta el amanecer que el cuerpo aguante, juegan fútbol de vez en cuando, es un hábito que se lesione, los tobillos, las piernas, desgarres, calambres, cualquier lesión deportiva es válida en esté párrafo. Por no calentar antes de cualquier partido. Aparte de escoger a malas amistades, no porque sean drogadictos delincuentes. Es porque son tan vagos como él, Elias busca ser un gamer profesional, más bien Leo ha influido en ese sueño, en alguna de sus variadas conversaciones. –¿Te imaginas vivir en tu propia casa, jugar por las noches hasta amanecerse, dormir casi medio día, para luego levantarse a jugar fútbol, con una pareja, una novia fiel que te acompañe de arriba abajo, apoyándote incondicionalmente? Elias creyendo que pensaba idioteces, Leo le afirmaba-En realidad sería una gran vida, yo sería feliz con esta rutina, comiéndome un pollo frito con 2 litros de Coca-Cola, es amante de la comida chatarra. También a las empanadas, Elias lo reconocía con sus típicas frases, ante cualquier contradicción entre ambos, “¿Qué quieres apostar?”, “una empanada del unicentro”. Aparte de escoger amigos especiales, se destaca por seleccionar o encontrar malas mujeres, mantiene una relación tóxica desde los 14 con una chica que se marchó de la ciudad, regresando un año después, están “tan enamorado” pensaría cualquiera, la chica sufre una obsesión enfermiza, mientras el pobre chico por soledad se conforma con ella, Elias le recalcaba que es un gran muchacho, ¿qué hacía con esa chupa energía? Leo trato de terminarle varias veces seguidas, caía engatusado, seducido por sus debilidades masculinas. Intento estar con otras mujeres, sin dar solución, emporando la situación, la chica se especializó en cortar cualquier posibilidad con sus pretendientes. Antes de sumergirnos en su vida personal, ¿por qué analítico? Antecedía los movimientos, actuaba pensando, automático, Elias admira su capacidad de resolución. Su curiosidad de explorar, saber de todo un poco lo convertían en alguien que aprendía constantemente, nadie se aburría en sus conversaciones. En la mañana conversó con una amiga Alejandra que con frecuencia se escriben, desde triviales a profundas conversaciones. Por ejemplo: Ale comía su desayuno, Leo empieza: ¡hey Ale! ¿Qué tal va la rutina? Veo que estás despierta de temprano. Ale: Sí, en un rato salgo al trabajo, estoy desayunando. Y ¿tú?, Leo: Leyendo un rato sobre el caso de un amor platónico, entre una joven de 15 años y un escritor de 35 años. –Ale: mmm… Interesante. Leo: ¿por cierto qué comes? Siempre me da curiosidad la comida jajaja. –Ale: arepa con mortadela. Leo: ¿Qué tipo? ¿Giacomello? ¿Arepa clásica o frita? ¿La mortadela normal o frita? ¿Con mantequilla (margarina)? –Ale: Muchas preguntas, es normal sin margarina. Leo- Lo siento, no lo puedo evitar, estoy adicto a los detalles, las descripciones, especificaciones, me ayudan a imaginar a lo amplio y complejo. Así era en todo, inclusive en sus travesuras. La hermana y el padre salieron sin falta casi las 7, cosa incoherente porque la hora de entrada es a las 7 am. El padre escondía guardaba la leche en el refrigerador de arriba, saca 1 kg de arroz de la alacena, invierte un poco en una olla pequeña repleta de agua a máxima llama en la hornilla, su intención es hacerse una chicha, la cual es leche con arroz, canela y azúcar. Antes de que vuelvan, el padre regula la comida, sobre todo la leche y la azúcar. La leche es cara, la racionan con celo cuando les trae 1kg de una caja de alimentos que entregan mensualmente. El azúcar es indispensable para el café que solo consumen especialmente el padre y en ocasiones su hermana, a Leo le da igual. Calcula el tiempo en la salida en carro hasta el bachillerato. Mientras bajas en el ascensor los 10 pisos son 5 minutos, abriendo la primera puerta del estacionamiento, caminando hasta las rejas del puesto, abriendo el candado, prendiendo el carro, sacándolo, cerrando de nuevo las rejas, subiendo por la rampa de la salida hacia la calle la cual son dos puertas que la separa una distancia relativamente corta. Después en marchar bajando por la calle 30 metros, doblando a la derecha pasando el cyber 60 metros, doblando en la esquina a la izquierda dónde acumulan basura y hay una virgensita que casi nadie reza son 140 metros, cruzando por la plaza en forma de estrella, luego de esperar paso por el semáforo, adentrándose a la parroquia San Bernandino, de los 4 caminos, escoge el segundo diagonal, no puede ir a la izquierda porque la vía es contraria a su dirección. O podría tomar en la esquina de la virgen a la derecha, subiendo, rodeando su cuadra que en total son 4 calles, una más larga que la otra, hasta salir por la Av. Panteón, resumiendo el recorrido por el tráfico de la hora, en la ida y vuelta 30 minutos por San Bernandino, guardando el carro 15 minutos, subiendo al apartamento otros 5 minutos. 15 + 30 + 5 = 50 minutos, su sobre análisis que se saltaba al tomar consciencia que debía resumir y despertar de su sueño matemático. Después de hervir por 15 minutos, le agrego un poco más, otros 10 minutos, va la mitad del tiempo. Apaga la llama, saca la licuadora bien lavada, introduce la leche en polvo con el agua, al colocar la tapa enciende a toda potencia creando un desastre por el líquido desbordándose alrededor. Sin perder la concentración, no es válido caer en lamentos, quejas, en nervios, no ser víctima del pánico, sabe muy bien que apenas termine limpiaría con pulcritud. Con un cucharon agrega el arroz, casi quemándose las manos al intentar agarrar del mango de la olla, como es de metal el calor había bochornado el utensilio, sin distraerse sigue centrado en su asunto. Agarra un vaso grande de la nevera, sacando el arroz con leche que pasa a otro vaso más chico, la intención de Leo es de la licuadora al vaso verter la chicha, limpiar rápidamente sin dejar evidencia de su capricho. Observa que en la olla se pegaron pedacitos de arroz, el charco de leche, los 20 minutos restante de borrar su existencia en la cocina. La presión aumenta, es adicto a las emociones fuertes, se entusiasma, aunque el precio de su maldad le costaría un fuerte regaño, no le gusta ser sometido por las autoridades, esclavo de su rebeldía. El vaso es muy pequeño para cargar con la bebida. Se consume el resto fugazmente, deleitando el sabor, lo caliente, sabe a malicia y adrenalina. Limpia con un trapo sucio la parte de debajo de la licuadora, lava el envase, seca el charquero de leche, la olla con la esponja de metal le quita los grumos pegados, al fondo de los peroles en el lavamanos esconde el envase de licuadora como al principio lo agarro. Escucha el ascensor, su mascota una perra poddler de 6 años corriendo hacia a la puerta ladra con coraje por la llegada de su padre. El gato expectante en la puerta para recibirlo, finalizado por completo se sienta con el envase al borde rebalsando a punto de derramarse, consume con gula, para que no se note que utilizo la leche en polvo que resguarda en el refrigerador, Leo devolvió en su bolsa amarrada tal cual como estaba, sin alterar ningún detalle. A la larga se descubriría, además que la olla sigue caliente, se nota que limpiaron la cocina, el trapo mojado, detalles que se ocultarían con una mentira blanca. El padre entra directo al baño, el aprovecha para revisar el resto de la cocina a ver si no se le escapo un mínimo detalle. Llena el envase de 2 litros que anteriormente fue un jugo pasteurizado. Conforme con su fechoría, regresa a seguir jugando con Elias, ambos drogados del sueño, balbuceando ironías, jugando por simple inercia, queriéndose acostarse para así descansar la mente. Leonardo es un chico de 20 años, cabe acotar que al muchacho le pasan cosas que siempre dan risa, o cosas habituales de torpeza, dejar la cartera, perder la cédula (ID), lesionarse, accidentar el carro, una novia tóxica, perder las llaves. Cuando quiere demuestra una habilidad de racionamiento sobresaliente. Pero sumiso en su vaguedad, no avanza, en su época del liceo repitió varias veces, se cambió a un parasistema, igual raspo y de emergencia le pago a los profesores evitando darle un dolor de cabeza a su representante, ahorrándose tiempo en repeticiones. Es signo capricornio, elemento tierra, corazón de cerebro, en las noches le pega la luna y la melancolía lo aborda como un trago de alcohol de 40 grados, sabe que su vida toma dirección de un callejón sin salida, no le gusta trabajar, de alguna u otra forma gana dinero, así sea vendiendo, o en algún negocio que se establezca. Este signo le interesa el dinero en abundancia, solitario, es un gran amigo, aunque no siempre se retribuyan de la misma manera. En par de meses se marcha a Nueva York- Estados Unidos. A buscar una mejor calidad de vida, el padre es abogado, el salario del banco no le alcanza, su hermana se gradúa en 5 meses de bachiller en ciencia, es lo que esperan para irse, su amigo Elias lo va a extrañar mucho, a pesar de que se haga el duro, por dentro se va quebrar, le pegara también la luna en su nostalgia frente al ordenador. Con dos décadas cumplirá el año que viene 21 para ser legal mundialmente, de pasatiempo va a las prostitutas cuando pase en carro por la libertador, tiene curiosidad de los prostíbulos, pero le da miedo, se ha llevado sorpresas en el carro, varios guardias lo han parado, extorsionándolo: “pidiéndole para los frescos”. La otra vez Elias lo acompaño de paseo, de noche, se asomaban donde las damas de compañía, ellas coquetas le lanzaban besos y guiñaban el ojo. En una oportunidad paseando por Chacaito dos transformistas que estaban supongo en su rutinario trabajo, daban vueltas en la cuadra esperando que saliera una compañera que Leo hacia el papel de transporte. Esperando a la chica que Elias suspira por ella. En un semáforo en rojo, ambos hipnotizados con la belleza de una madre con su hija, las dos preciosas y cautivadoras. De la nada se asoma un tranfor en la ventana, apoyando sus brazos con un pene de plástico, diciendo: -¿Una pregunta a ustedes le gusta así o más grande?- Leo y Elias se miran con una cara de pena, aguantando las ganas de reírse, sin responder, Elias de copiloto tenia al frente a la persona que invadía su espacio. Luego suelta otra pregunta ya que ninguno de los dos responde, una pregunta: - ¿ustedes dos son pareja? – Elias obviamente que ¡no!, el semáforo cambio a verde gracias al Cielo, acto seguido intentó agarrarle el paquete diciendo: ¡Pa’ ver! No se dejó tocar por ningún motivo, diciendo que no: “¡epa, epa!”, la madre y la hija riéndose de la morisqueta que me acaba de suceder, Leo y Elias sonrojados sobre todo el segundo que vivió a flor de piel a pocos centímetros. Recogen a la linda mujercita que venían a buscar, le cuentan lo sucedido, un típico día de Leo… Si crees que es loco, espera que te cuente los que vienen… Fuente de separador. 0#1#2#3#

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