Los que estamos familiarizados con la frecuencia y la vibración, sabemos que estas están relacionadas con la calidad de nuestros pensamientos, emociones, sentimientos y actitudes, las cuales están influenciadas por nuestras creencias, recuerdos, decisiones, elecciones, estímulos externos y más.
La vibración de nuestros estados de ánimo, actitudes, pensamientos y sentimientos pueden elevarse o caer a través del día, dependiendo de nuestras reacciones hacia una circunstancia, hacia otra persona, a nosotros mismos entre otras. Las vibraciones que nosotros emanamos a otros, y al entorno, varían dependiendo de nuestra capacidad de balancear nuestra mente y nuestras emociones.
Un modo simple de mantener nuestra vibración elevada, es estar en contacto con aquello que nos provoque sentir amor, alegría, compasión, amabilidad, aprecio, perdón, entre otros muchos sentimientos del estilo. Cualquier persona que experimente estos sentimientos, sabe que dentro de sí, está el poder para elevar su vibración, para ponerse en sintonía con Dios, la creación o la fuente de todo, allí en donde suceden todas las sincronizaciones que nos permiten lograr un bienestar; pero más importante que el poder lograr un bienestar para nosotros mismos, está la posibilidad de poder elevar la vibración de otros.
Cuando nosotros hacemos algo por nosotros mismos, o por otros, de corazón; estamos vibrando muy alto, y eso en palabras más científicas se traduce, en que nosotros los humanos, así como todos los seres vivos, irradiamos un campo electromagnético, producido principalmente por los latidos del corazón. Nuestros sentimientos se transmiten como ondas de radio, a través de este campo; cuando estamos entre un grupo de amigos, familia u otros, los pensamientos, emociones y sentimientos de cada quien están mezclándose, formando una vibración colectiva; esto lo podemos comprobar, cuando llegamos desganados a un sitio y los demás están felices, y al rato ya nos estamos contagiando de esa felicidad; lo mismo sucede al contrario, de seguro has tenido que ir a un velatorio, no importa si conocías al difunto o difunta, la vibración colectiva te hará sentir melancolía; así, cuando estamos en nuestra vibración más alta, experimentamos muchos beneficios.
Las decisiones y las soluciones, fluyen más fácilmente debido al mayor acceso a las sabiduría intuitiva de nuestro interior, nuestro discernimiento se hace más inclusivo y nuestras opciones se vuelven más claras y efectivas, se hace mucho más fácil desviar la frustración, la ansiedad, la impaciencia y otros productores de estrés crónico, que tensionan nuestro pensamiento crítico y nuestro razonamiento; y cuando esto sucede nos sentimos más seguros.
Podemos aprender a elevar nuestra vibración para enfrentar desafíos, agregando cualidades de corazón como la bondad, la gratitud, o la compasión en nuestras interacciones; a medida que estas cualidades de amor se mueven a través de nuestro sistema, levanta nuestra vibración automáticamente.
El amor incondicional y la compasión, están entre las vibraciones más altas del amor, sirven al mayor interés y beneficio de todos los seres vivientes y del ambiente en el que existen; muchas personas se están dando cuenta, de que el amor incondicional y la compasión nos dan la capacidad de poder potenciar nuestros poderes de sanación, y atraer soluciones para la transformación individual y social.
Te diré que creo que un grupo de personas puede cambiar la vibración de una nación entera, o si podemos utilizar nuestra alta vibración para sanar a alguien a distancia, mi respuesta es que no sólo lo creo, sino que hay testimonios en todo el mundo; médicos sorprendidos al ver que un paciente desahuciado, recobra la salud, incluso muchos de ustedes, sobre todo los empáticos o altamente sensibles, han notado, que si enfocan su energía a la sanación, pueden lograr que alguien se recupere.
Afortunadamente, la ciencia ya está trabajando en un modo de comprobar científicamente, lo perteneciente al espíritu y al poder interior que todos tenemos para elevar nuestra vibración, y ponerla al servicio de un propósito más elevado, que sería el bienestar de la colectividad.
Muchas personas, ya están experimentando los beneficios de la compasión, y más individuos están resonando con esta poderosa expresión de amor en estos tiempos de cambio; practicar la compasión es algo que podemos hacer porque beneficia a todos; sin embargo, se necesita el compromiso sincero de cada uno de nosotros, para que la colectividad de la cual somos parte, se transforme para bien.
Seguiré tratando este tema, porque entre más gente vibre alto, mayores serán nuestras probabilidades de cambiar esta realidad impuesta por seres de oscuridad, que nada tienen que ver con nosotros, ni mucho menos con nuestra esencia. que tengas un maravilloso día. ¡¡¡BENDICIONES PARA USTED Y TODO SU ENTORNO!!!
