Fuente
Es interesante saber, que Dios mismo ha escrito en nuestros corazones una conciencia que nos acusa o nos recompensa de las cosas buenas y malas que hacemos. Podemos ver en la inocencia de un niño pequeño que, incluso sin saber mucho, sabe qué está bien, y qué está mal. Existe el típico caso de un sartén caliente, la madre con ese cariño y cuidado le dice: "cuidado con el sartén, tutu" o cualquier otro sonido que muestra lo peligroso o lo malo de hacer eso, el niño aún no entiende qué es caliente o peligroso, pero sabe en lo profundo que la madre no quiere que toque ese objeto, y aveces incluso empieza a reírse como si fuera un pícaro, un minuto después, un grito de dolor y ardor con una manita pequeña rosada punzando de dolor. ¿Qué es lo que pasó? el niño en su inconsciente, sabe lo que es bueno y malo, y esta conciencia se va desarrollando a través de la vida, costumbres, tradiciones y cultura del contexto en el que crezca. Pero existe ese "algo" que marca la diferencia entre lo bueno y lo malo.
La biblia lo explica así *Dios puso la "ley" en nuestros corazones". Cuando crecemos, empezamos a ver las diferencias entre lo bueno y lo malo, pero en la mayoría de las ocasiones, esta "conciencia" se ve afectada por cometer el "delito" o "lo bueno" que nos quita ese cargo de conciencia en nuestros corazones. Si leemos la biblia de principio a fin, podemos ver la bondad de Dios de darnos oportunidades de regresar con un arrepentimiento a Él antes de morir, pues está escrito de que "el hombre muera una sola vez y después, el juicio". Me podrás decir, -oye esto es difícil, ¿cómo es posible que yo cambie un hábito de la noche a la mañana? La respuesta está en la biblia:
La justicia de Dios conforme a nuestra conciencia, es severa, estamos llenos de codicia, maldad, robo, engaño, iras, pleitos, etc. que inevitablemente nos alejan de Dios, nos alejan de una eternidad a su lado y nos acercan peligrosamente a un juicio. Pero Dios, sabiendo esto, se hizo hombre para que pagara por nuestros delitos y pecados, y por ello, fue hecha justicia de Dios en la muerte de Jesucristo para que "todo aquél que creyere en Él fuera salvo, y tenga vida eterna". Así que si estás leyendo esto, déjame decirte unas verdades irrefutables:
- Todos tenemos maldad en nuestros corazones
- Todos tenemos una conciencia buena o mala
- Todos buscamos paz
En Cristo tenemos todo esto, sea que creas o no, todos tenemos un problema con nuestras conciencias y al ser confrontados recordamos esto. Así que si eres de estas personas que buscan paz, déjame decirte que "Jesucristo es tu paz" Acércate a Dios hoy y tu vida va a ser transformada.
Bendiciones.