La copa cambió de dueño en el final del partido.
Recibimiento del plantel de River: Gratitud eterna de los hinchas, pese a esta última derrota.
Tras un primer tiempo en el que River (campeón de la edición pasada) ejerció un claro dominio sobre su rival, los dirigidos por Gallardo se habían ido al descanso en ventaja con un gol de Santos Borré.
En el segundo tiempo un Flamengo necesitado del gol dejaba algo más de espacio, pero a River le terminaba faltando lucidez y claridad para aprovecharlo. No obstante, fiel a su estilo poco especulador, se veía un equipo que seguía yendo al ataque buscando el segundo gol que le asegurara el triunfo.
Acaso ese fuera el pecado de River, demasiada valentía podría decir algún crítico defensor de un juego más conservador con el diario del lunes. Y en tal sentido es cierto que promediando el segundo tiempo el equipo de Gallardo tuvo un aviso con una jugada en la que la defensa de River quedó desguarnecida y que no terminó en gol de Flamengo gracias a Armani y a algo de fortuna.
Sin embargo, River siguió yendo a buscar arriba. Y así fue como tras un error que significó la pérdida de la pelota en un ataque en el que River había comprometido a varios jugadores, el equipo quedó partido dejando espacio para la contra de Flamengo. La categoría de Bruno Henrique y la capacidad goleadora de Gabriel Barbosa hicieron el resto.
A pesar de todo, hasta ese momento el partido se definiría en el tiempo suplementario. Pero no llegarían a jugarse los treinta minutos del alargue. Ese empate a tan poco del final terminaría siendo fatal para River. Tres minutos más tarde, ya en tiempo de descuento, un error de los centrales del millonario que solo se explica por un comprensible desconcierto que siguió tras el gol que acababan de sufrir, dejó solo a Barbosa que puso cifras definitivas al asunto.
Flamengo terminó festejando gracias a su calidad individual y a la temeridad de River, temeridad por otro lado irreprochable teniendo en cuenta que esa forma de jugar le ha dado tanto más alegrías que tristezas al multilaureado club de Núñez.