Petricor
Hay olores que nos transportan inmediatamente a lugares y momentos que parecían olvidados. Esencia que cae del cielo y nos transporta a un mundo soñado.
Las gotas caen de las nubes en picada vertiginosa. Tocan la tierra y se introducen en sus entrañas. Bañan de un rico aroma a esta Diosa, las flores despiertan y los vidrios se empañan.
Al llegar al suelo la Magia ocurre. Despierta ese olor que nunca aburre.
Petricor bendito llena nuestro ambiente. Aquel olor infinito que nos relaja la mente.
Nos lleva a la infancia cuando estábamos en casa de la abuela. Nuestros sentidos se agudizan y nuestra imaginación vuela.
Petricor: Un olor que nos embriaga de infinitos recuerdos. Pasamos horas y horas embelesados, boquiabiertos, disfrutando de ese aroma como un regalo del cielo, y que al mezclarse con nuestro suelo, desata una Magia que nos lleva lejos.
Nos lleva lejos y nos inspira, nos hace amar, amar la vida
Delicioso aroma que de la tierra sube, envolviendo todo como una nube.
Olor a hierba recién cortada, a un libro nuevo, a todo y a nada.
El petricor viene en esos días lluviosos, a consentirnos, a alegrarnos, a ponernos llorosos.
Las mañanas son únicas cuando llueve temprano. Nos regala el aroma a bosque, a llano. Olor a tierra mojada que siempre hemos disfrutado, desde nuestra niñez hasta la edad adulta, hemos reído, hemos llorado, con la cara descubierta o con la cara oculta.
El petricor nos hace sentir vivos, llenos de ilusiones, nos hace amar lleno de pasiones.
Dulce aroma, Licor de Dioses, Sangre que corre por las venas de los inmortales.
A lo lejos escucho sus voces, cantando del petricor sus ideales.