Bienvenido a la Realidad - Relato

Los limpia parabrisas del auto removían el espeso fluido que caía del cielo, “¿qué diablos es esto?”, se preguntaba el físico Peter Williams mientras desaceleraba su vehículo, una lluvia de color gris caía del cielo, las nubes y el mar habían tomado también ese color y violentas olas chocaban contra la costa. El fuerte viento movía el auto del joven científico, luego observó algo extraño en las aceras de la avenida, al principio pensó que eran bolsas de basura, pero al cabo de un rato se percató de que eran cuerpos sin vida que yacían en el suelo, charcos de sangre corrían como ríos por el caer de la oscura lluvia. Peter presionó los frenos y giró el volante lo más que pudo para devolverse, el auto dio varias vueltas deslizándose en la fina capa líquida de la carretera; no pudo mantener el control y el auto se volcó cayendo con las ruedas hacia arriba, Peter perdió logró salir del auto y horrorizado vio a su ex estudiante y amigo Paul tirado y muerto en el piso frente a un letrero con un escrito hecho con sangre.

“¡He descubierto el secreto de la materia oscura!”, dijo a viva voz Peter, mostrando una serie de ecuaciones matemáticas en la pantalla del salón de conferencias del instituto científico, algunos se sorprendieron de su declaración, otros murmuraron y salieron casi de inmediato, hubo unos inclusive se reían sin disimulo; al terminar su exposición nadie le creyó, sólo su pupilo, el joven estudiante Paul Ramanujan quien hacía su tesis doctoral en el campo de la materia oscura, “no te preocupes Paul, tarde o temprano entenderán que muchas de la teorías establecidas en la teoría de cuerdas están erradas o incompletas. Debemos recordar lo que dijo Galileo: los sentidos nos engañan”, le decía Peter a su fiel tutorado para no desanimarlo, “la realidad es algo difícil de entender, ya que ésta, en el campo de la física y la matemática no se puede ver, se puede sentir o percibir como algo sublime”, Paul lo miraba convencido de lo que le decía su tutor a quien admiraba casi como un Dios.

Luego de dos años, la comunidad científica tuvo que reconocer que las teorías de Peter Williams eran correctas, laureado con el nobel lideraba un proyecto en un nuevo acelerador construido en el espacio, millones de kilómetros más grande que el antiguo CERN en la tierra, en esta colosal máquina se lograría producir materia oscura y extraer su energía, cosa que se creía imposible de lograr. Esa energía podía ser controlada y almacenada en gigantes capacitores para luego ser usada para el consumo de la humanidad. Todos los medios de comunicación junto a las redes sociales estaban pendientes de la puesta en funcionamiento del nuevo acelerador, la orden del encendido la daría Peter desde la tierra y un grupo de científicos en el espacio presionarían el interruptor que haría posible la creación de la materia oscura y extraer de ella la energía divina, con ese nombre Peter la había bautizado antes de nacer. “Hoy será el gran día, en el que todos veremos el nacimiento de la realidad expresada en energía divina”, expresaba el orgulloso científico en una rueda de prensa horas antes del famoso acontecimiento.

En un cuarto de hotel, un decepcionado Paul Ramanujan seguía por las redes sociales lo que sucedía, no había podido terminar su doctorado en física, luego de muchas discusiones con su tutor llegó a la conclusión que éste estaba equivocado en su teoría, y lo que todo el mundo reconocía como correcto, era una gran error, “la realidad de la que habla el profesor Williams no es la que él cree qué es. La realidad es otra, y su experimento terminará en una gran destrucción que se expandirá por la galaxia y el universo entero”, decía Paul a toda una comunidad científica quienes veían a Paul como un investigador totalmente alejado de la realidad, sumergido en creencias poco serias y distorsionadas por su religión de origen hindú. “Es el profeta del desastre”, decía su antiguo tutor en privado mofándose de él.

El premio nobel en física Peter Williams dio la orden del funcionamiento del acelerador de partículas, la cuna de la energía más intensa y potente jamás vista por el hombre, los científicos accionaron el interruptor y repentinamente los monitores dejaron de transmitir las imágenes desde la central en el espacio. Una incertidumbre y preocupación invadió a todo el mundo, no sabían que había sucedido, a los pocos minutos Paul vio un mensaje en el celular que decía: “algo sucedió en el acelerador”.

A los pocos minutos otro mensaje con una imagen: "miren al cielo”, Paul se levantó de la cama y corrió la persiana de la ventana de la habitación del hotel y vio que todo el mundo miraba al cielo, alzó la vista y apreció que había otro sol cuya luz era más intensa que el de siempre, salió de la habitación, bajó y al salir del hotel todo se había oscurecido, se comenzaron a formar vórtices en las nubes que se habían tornado grises, “¡se los dije, está ocurriendo ahora!”, gritaba Paul desesperado, sabía que sus observaciones en la teoría de Peter eran correctas. Tomó su vehículo y trató de ir al instituto donde sabía que estaba su detractor, pero en medio del camino cerca de la costa vio que el mar cambiaba de color, un lluvia de color oscuro y espesa comenzó a caer de las extrañas nubes, Paul comenzó a asfixiarse, detuvo su vehículo y bajó de él corriendo como buscando aire, cayó en la acera y veía que al igual que él varias personas se ahogaban y sangraban sin cesar por su poros, logró pararse y sabiendo que al igual que todos moriría escribió en un letrero con su propia sangre, como reclamándole solemnemente a Peter: “Bienvenido a la realidad”.