Hace un par de días tuve la gran oportunidad de realizar una presentación para el servicio de traumatología para el cual trabajo, donde pude expresar prácticamente mis mejores experiencias que he tenido en los 4 años de postgrado los cuales finalizaran el próximo mes, de esta manera voy a realizar mi relato para que ustedes como lectores también puedan disfrutar de mis anécdotas vividos.

El postgrado que estoy a punto de terminar dura solo 4 años, donde los residentes se catalogan acorde a la jerarquía según el año cursante llamándose R1, R2, R3 y R4 siendo este último mi caso, la “R” significa residente y el numero el año cursante, cuando yo era R1 les puedo contar que es un año muy difícil ya que es un año donde tienes que realizar un proceso de adaptación para incorporarte a un hospital nuevo y de paso es un hospital militar donde lo que predomina es la disciplina, siendo R1 prácticamente eres el eslabón con menos peso en la escalera de mando y por ser el prácticamente tienes los ojos del hospital encima de ti para verificar que hagas las cosas bien, este año resulta ser difícil porque es el año donde más te exigen para ver si de verdad tienes las agallas para realizar el postgrado, se genera un estado de estrés ya que la carga asistencial y académica es muy grande, muchos inician pero no todos terminan este año ya que no tienen la suficiente fuerza de voluntad y terminan renunciando o abandonando el postgrado, por lo cual les dije a los R1 actuales que me siento muy orgulloso porque ya están a un mes de avanzar a una nueva etapa.

Cuando eres R2 el mundo cambia repentinamente, sientes un respiro pero ese respiro es momentáneo ya que cuando te das cuenta el ser R2 es una responsabilidad mayor, cuando el postgrado es de 4 años el ser R2 resulta ser como un R1 pero mayor o plus, ya que debes de llevar contigo la organización de todas las pasantías del postgrado y aparte de eso también debes estar a cargo de los R1 y verificar que hagan todo bien ya que si algo sale mal la culpa siempre será del R1 y del R2 por no supervisar, lo genial de este año es que aprendes muchísimo ya que vives nuevas experiencias rotando por las pasantías de cirugía plástica y de neurocirugía cosa que no sucede en oros hospitales del país por lo cual nos sentimos muy afortunados.

Entonces se viene un año maravilloso y es ser R3, es maravilloso por la simple y sencilla razón de las pasantías que realizas, iniciando con una pasantía de tan solo 6 meses de duración en el Hospital Ortopédico Infantil en la ciudad de Caracas, donde prácticamente te puedes morir ahogado con la cantidad enorme de conocimientos que vas a aprender, muy aparte de eso el simple hecho de salir de las fronteras de tu ciudad y compartir con gente nueva de todos los postgrado del país hace que sea una pasantía especial ya que de seguro harás muchísimos amigos, al legar de caracas tendrás entonces una rotación por la pasantía de Rehabilitación donde te bañaras en conocimientos con el excelente apoyo de la fisiatra y sus excelentes fisioterapeutas.

Llegando al último año, digamos que es el año más fácil de todos porque prácticamente harás como una especie de collage de todo lo que aprendiste en los últimos 3 años y lo reflejaras en todos tus actos quirúrgicos y en la consulta de los pacientes, prácticamente vas a pulir los defectos y brillar como un cirujano en traumatología con cada caso quirúrgico que operes.

De esta manera les puedo decir que en estos 4 años pude vivir una experiencia inigualable, donde les aseguro que desde el punto de vista académico hemos tenido reconocimiento nacional e internacional dejando muy en alto nuestro postgrado y a nuestro hermoso hospital, no va a ser fácil para mi aceptar que me tengo que ir del hospital, ya que uno se acostumbra a trabajar en un lugar tan digno como lo es el Hospital Militar de Maracay, donde los recuerdos se me vienen a la mente y la felicidad me ahoga, grandes amigos dejare de ver a diario, pero la nueva meta que tengo planteada es muy grande y para alcanzarla tendré que marcharme, cada persona pone sus límites y mi limite es infinito, mi meta es ser cada día mejor y poder ayudar a muchísimas personas.

Mientras finalizaba mi presentación recibía los aplausos de mis compañeros en ese salón, los especialistas me decían “sinceramente romulo a ustedes 4 los vamos a extrañar”, al yo escuchar esas palabras se me aguaron los ojos ya que no es fácil de verdad irme del lugar que me lo ha dado todo, pero estoy seguro de que no los defraudare, ya al finalizar pudimos compartir degustando unos ricos emparedados y compartir un lindo momento lleno de recuerdos y muchas risas.

Nunca dejes que nada ni nadie destruya tus sueños, tú puedes llegar a ser lo que quieras y cuando quieras, los limites los pone cada persona según lo que quiera alcanzar.