Carta de un perdón sincero

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Perdóname por aquel sufrimiento que tantas veces oprimió tú pecho. Perdóname si junto a mi sentiste que el dolor fue siempre eterno. Perdóname por no haber estado presente en aquellos momentos que debiste necesitarme, por no quedarme contigo cada noche abrazándote y acariciándote hasta que te quedes dormida. Perdóname por no quererte como tú te lo merecías, cuanto anhelaría cambiar tus lagrimas de tristeza por lagrimas de alegría. Perdóname por colorear tu mundo y después teñirlo de gris añadido con lluvia que inundaba tú corazón de tristeza y desesperación, cuando anhelaría poder devolver el tiempo para hacerte de verdad feliz. Perdóname por comenzar a amarte demasiado tarde. Perdóname porque solo al final del precipicio empecé a esforzarme.

¡Ahora solo puedo esperar hasta que ya no duela. Tú ahora sólo espera, por favor sólo espera, llegará alguien a tú vida que valga la pena!

Quizás algún día yo consiga perdonarme a mi mismo por mis errores. Quizás algún día estemos listos para amarnos sinceramente y sin rencores. Mientras tanto con tu perdón me basta para sobrevivir una temporada, añadida de largos años. Un largo tiempo precioso sin vació ni dolor dentro del alma. Siempre fuiste una de las personas más importantes en mi vida, nunca te lo comenté pero llegaste hacerlo. Hoy solo me la paso divagando entre recuerdos con la mirada perdida al cielo. Debí haberme dado cuenta antes de que eras tan hermosa persona. Perdóname porque el corazón solo siente y no razona. Está vez sólo me quedan para ti palabras escritas con el corazón estrujado, con los ojos cansados y las manos temblando. Llegaste a mi vida justo cuando más te necesitaba. Fuiste la luz brillante que ahuyento la oscuridad que me aterraba. Trajiste contigo una magia y pureza en el contorno de tú mirada. Dejaste paz y amor en cada parte de mi alma y corazón. Te aproximaste lentamente regalando amor hacia mi. Me enamore inevitablemente de la mujer preciosa que había dentro de ti.

Posdata: Había sueños inacabados al borde de sus labios. Era tan alto su valor que ya no sé ni cuanto he valido estos últimos años. Sin su calor mi cama es un espacio tan amplio. Entre tantos iris son sus ojos los que extraño desde hace 10 años.

Escrito por; @rosynesn