La ventaja secreta de ejercitarte regularmente

Gracias a la gente de pixabay.com por la imagen.

Transpirar o sudar hasta no dar más en tu rutina de ejercicios hace que tengas menos ganas de comer alimentos altos en grasas

Esta es otra ventaja de ponerte a entrenar duro periódicamente: el entrenamiento duro y regular hace que tu cerebro desee mucho menos el comer alimentos con alto contenido graso y de gran cantidad de calorías, esto es lo que descubrió un paper reciente del Harvard Medical School.

EL MEOLLO DEL PROBLEMA

Los científicos descubrieron que, comparando a las ratas de laboratorio que nunca se ejercitaban, los roedores que se encuentran haciendo gimnasia y realizan entrenamiento periódicamente, poseían una reacción menor a las comidas con gran valor de calorías en los diferentes sectores de su cerebro conectadas con la gratificación alimentaria.
La gente que practicaba habitualmente deporte también posicionó esta clase de alimentos en una posición peor en una escala de deseo a la hora de elegir que comer, especialmente los alimentos con sabores muy apetecibles como son las hamburguesas y las frituras.

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"Ejercitándote periódicamente, gastas más calorías y vas cambiando la forma en que tu mente reacciona a diferentes clases de comidas", explica William Killgore, autor de la investigación antes citada.
Lo que parecería estar sucediendo es que el realizar ejercicio habitualmente contribuya a aumentar la perceptibilidad a la leptina, que es una proteína que contienen las células adiposas en los alimentos y que ayuda a controlar el apetito y manda señales a diferentes áreas cerebrales para comunicarle que has llegado a la saciedad.
O también podría deberse a que habitualmente uno se siente mejor luego de hacer su rutina de entrenamiento, el ejercitarse funciona como una forma de gratificación para nuestra mente que provoca una menor probabilidad que desees una botana o pellizco con gran cantidad de calorías para comer y así sentirte mejor, en este punto ejercicio puede reemplazar un atracón con comida chatarra, señala Killgore.

NO ES MUY DIFÍCIL

No resulta tan complicado alentar a tu mente para disfrutar de este gran beneficio. Las personas que estuvieron en la investigación, realizaban ejercicio tres veces por semana, cada una de aproximadamente cuarenta minutos. Ahora ya lo sabes, si tú deseas evadir las tentaciones, el entrenarte de forma continuada y con un tiempo promedio más bien bajo (120 minutos o dicho en horas, 2 por semana), te ayudará a sacarte el hambre de comida chatarra de tu mente.

Quiero agradecer a la gente del Proyecto Cervantes por la invitación a formar parte de ellos. Eternamente agradecido.

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