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¡Hola queridos amigos!
Recuerdo un momento en el que estaba tan ansioso por literalmente cualquier cosa que hizo mi vida miserable.
Han pasado muchas décadas desde entonces, pero sigo pensando en el momento en que casi todo me inquietaba y pensaba en cómo resolvía mi problema.
Mucha gente lidia con la ansiedad a diario. Pero ser negligente con este desorden social no solucionará nada.
Aquí está la cosa; tener que lidiar con la ansiedad es bastante difícil, y es por eso que las personas rara vez se animan a luchar contra ella.
Pero confía en mí, amigos, este demonio siempre acosará tu vida, a menos que decidas levantarte y hacer algo al respecto.
Esto me lleva a un recuerdo muy interesante de mis primeros años de adolescencia. Estaba tratando de conseguir un trabajo y se suponía que debía conocer a alguien realmente importante.
Eso me estresó mucho. La idea de salir, vestirme formalmente y conocer a alguien que no había visto antes.
La idea de hablar con ellos, encontrar las palabras adecuadas y decirlas en voz alta sin dudar ni dudar en mi voz.
La idea de no desordenar todo en el momento en que abro la boca y de evitar cualquier conflicto, si es posible.
Esto es básicamente lo que las personas con trastorno de ansiedad sienten a diario. Puede ser una lucha agotadora.
Pero no deben rendirse. Deben contraatacar hasta que se resuelva el problema.
Porque si puedo hacerlo, tú también puedes. Y cualquiera puede hacerlo.
Aquí hay un pensamiento que me ayudó mucho en esos días. Esta es mi regla de oro cuando se trata de ansiedad.
Ahora, no quiero decir que esta sea la cura definitiva e incuestionable para la ansiedad social.
No, muchas personas pasan por cosas diferentes en sus vidas y esto podría no ser para todos.
Cuando te sientas ansioso por algo, trata de pensar en el peor resultado posible.
No pienses en todo lo que podría salir mal. No, ese es el error que la mayoría de la gente comete.
Intenta pensar en el peor escenario posible.
Trate de pensar en formas en que ese escenario podría pasar.
A veces, el escenario es tan absurdo que incluso usted, con toda su ansiedad, comienza a reírse de su propia preocupación o inseguridad.
Una vez que te das cuenta de que incluso el peor resultado posible no te va a afectar de manera enorme, te darás cuenta de que tu ansiedad es mayormente irracional.
No tengas miedo de enfrentarte al demonio de la ansiedad. De una forma u otra, vas a tener que enfrentarlo.
Eso es especialmente cierto si estás dispuesto a vivir una vida plena, y no una que se experimente desde debajo de las sombras.
¡Unámonos y luchemos juntos contra el demonio de la ansiedad!
¡¡UN FUERTE ABRAZO!!