Hola queridos lectores de Steemians!
Abordando uno de los temas más comunes en la sociedad, Dios siempre ha prevalecido en nuestras culturas, historias e incluso en nuestras vidas. Cuantos de nosotros fuimos regañados por nuestros padres y maestros por no respetar la misa o la oración. De esta manera influye la educación religiosa en nuestras vidas como un fetiche ordinario. Sin duda notamos con rechazo las doctrinas de Dios desde niño, esto es debido al tipo de carácter que se nos inculco. Desde el principio te has sentido con un ser indispuesto de creer o aprender de Dios, lo tomas con rechazo. Esto surge debido a que las personas que te rodeaban te hablaban de Dios como una figura autoritaria sin darse cuenta que Dios es padre y creador con esto quiero decir que Dios es amor y cuando hablamos de Dios debemos hacer con amor y educación respetuosa; porque si consideramos que no todos somos iguales, que no todos tenemos las mismas experiencias y que no todos queremos las mismas cosas. Pero todos tenemos algo en común un corazón, una alma y un espíritu.
Pasamos nuestros días enteros buscando en el mundo ese algo más, esa esencia que nos haga sentir llenos y capaces de seguir luchando, pero al final del día, justo a la hora de dormir, cuando estamos preparados para cerrar los ojos, nos abordan los pensamientos y las infinidades de inquietudes. Es justo allí cuando nos sentimos vacíos, como si algo faltara en nuestras vidas y aún no nos damos cuenta que ese algo es Dios.
Les dejare a continuación un versículo para que lean, mediten y practiquen en el día para esta semana en sus vidas.
Juan 1:9-14 BLA
9 Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre . 10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de El, y el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, 13 que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. 14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
No es un contexto de mas de lo mismo, es un contexto claro y preciso que retorna desde el nacimiento de nuestro ser en cada día que despertamos.