Me complace amigos lectores, traerles de nuevo una receta “atípica”. Si, de esas que no sé si existe en la variación; pero que empiezan con un invento, casi se vuelven un desastre y al final obtienes un resultado artístico de primavera.

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Todo comenzó al querer hacer un rollo primavera, de esos que son famosos en la comida china y muy conocidos por su colorida presentación a la hora de comerlos, debido a su relleno de vegetales; pero que también tienen un aspecto dorado y tostado.

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¡Los adoro! Porque al morderlos, hacen un sonido muy característicos por su textura crujiente que van desde lo físico a lo psicológico y en mí, personalmente me causan un efecto relajante al oír el "Crunch, crunch…”

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Resulta que no tenía en mi despensa harina de trigo para hacer las famosas hojas y envolver el rollo, ni mucho menos las de arroz. Así que les pido perdón a los habitantes de Tailandia, Vietnam, Malasia, Singapur, Taiwan, Myanmar (antigua Laos), sur de China y a todos los situados en la esquina del sureste asiático que hacen rollos primavera de forma tradicional.

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Entonces decidí usar papas para hacer la hoja y así envolver los vegetales. No me quedaron crujientes porque no los freí; pero si les aseguro que el sabor y el aspecto fueron súper dorados, hermosos y deliciosos.

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Lo que lamento profundamente, es no poder oír el ¡crunch!... del rollo, debido a que en esta receta no se necesita aceite para freír; sin embargo me parecieron mucho más frescos y saludables con estas hojas de papas.

No les voy a mentir, ya conocía esta receta y a diferencia del relleno; la usaba para hacer empanadas de papas con jamón y queso; sin embargo en vista de la falta de ingredientes de inmediato mi cerebro dijo: _ Si, 2+2=4 y A=πr² ¡Ahh Ya, EureKa!..
Allí estaba la solución y no se diga más, aquí está la receta…

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