Según datos de Kantar Worldpanel a 2016, cada argentino consume 1,7 kilos de mayonesa por año y ocupa el segundo puesto de América latina, después de Chile, que alcanza los dos kilos per cápita.
Sin embargo, en la familia de los “aderezos” no todos son iguales ni tienen las mismas características nutricionales, ya sea por el aporte calórico o por la cantidad de aditivos que contienen, o por la calidad nutricional de sus componentes.
Pero la mayoría de ellos se ubican dentro de la zona de precaución de consumo, según un esquema que realizó la UADE en el que diferenció tres áreas: precaución de consumo, consumo moderado y bajo riesgo de consumo.
Los investigadores de la carrera Ingeniería en Alimentos clasificaron los aderezos sobre la base de la información que presentan las etiquetas. “La mayonesa (aún en su versión light) junto a la salsa golf se ubican en el grupo de precaución de consumo, a diferencia de la barbacoa y el ketchup, que se posicionan en el grupo de consumo moderado”, advierte el trabajo.