FURIA, NUESTRA PEOR ENEMIGA

Esta es la historia de una niña de 2 años, una pequeña bebé indefensa que entro a la oficina de su padre José que tenía 2 trabajos uno de estos los desempeñaba desde su pequeño hogar donde vivía junto a su esposa María y por supuesto su hijita Susan

Un día muy ajetreado para José en el trabajo que desempeñaba desde las afuera de la casa sale muy temprano de la casa y se despide de su hija dándole un beso en la mejilla, y a su esposa la despide con mucho amor.

Mientras que José trabaja, María se dedica a cuidar de su amada hija como siempre ha acostumbrado la deja jugar en el piso de su casa después de haber limpiado, ella piensa en hacer un exquisito almuerzo para que cuando su esposo llegue puedan comer juntos y así hacer que el se relaje antes de empezar su nueva rutina al trabajar desde su casa.

Mientras María empieza a cocinar no escucha a su hija lo cual es muy extraño ,abandona la cocina y empieza a buscar a su hija por todo su hogar revisa en las habitaciones y no está, va al garaje y tampoco la encuentra, se dirige al baño y no la ve, la busca por todos lados, desesperada la madre empieza a angustiarse y su ultima esperanza era la oficina de su esposo corre a la oficina desconsolada por no encontrar a su hija y afortunadamente esta allí, para su sorpresa tiene un objeto filoso al verlo se lo quita de las manos inmediatamente.

Ya eran las 3:00 pm y llega su esposo a casa un poco furioso, debido a que su jefe quería que el realizara horas extra lo cual él no podía.

Su esposa sabía que llegaría estresado mas no enojado al ver el ánimo de su esposo le da un poco de agua y le sirve la comida que con mucho esfuerzo ella realizó al darse cuenta que José se tranquiliza, María empieza a contarle lo sucedido, él se para de la mesa ve a su hija y va a la oficina donde ve su costoso sofá roto, en ese momento desarrollo un ataque de furia y sacó su cinturón se dirige a donde está su pequeña hija y empieza a golpearla en sus pequeñas manitos hasta que la hizo sangrar

Al ver María aquel alboroto corre a agarrar a su hija y la separa de José, observando la sangre salir de sus manitos indefensas se sube a su auto y la lleva al doctor, quien percibe la gravedad de la ruptura de las manos de la pequeña Susan, le dice a María que deben amputárselas ella al darle la horrible noticia rompe a llorar, pero debido a que es lo mejor para su hija acepta la directriz del doctor.
La pequeña Susan se somete a dicha operación y se recupera rápidamente al llevarla a la habitación del hospital y la bebé despierta ve a su padre con una gran sonrisa en él rostro cuando José vio a su hija sonreír se conmueve y se dirige a su cama, Susan le dice a José con mucha esperanza, cuando vuelva a tener mis manos no volveré a tocar tu sofá >