Cómo calcular tu presupuesto viajero y no quedarte sin un centavo en el camino

¡Saludos comunidad! Viajar no es sólo para ricos, los que no nadamos en billetes y tenemos esa pasión también podemos hacerlo, basta que aparte de ahorrar constantemente para ese fin, nos organicemos. En este artículo explicaré el método que he aplicado en casi todos mis viajes, sobre todo los de larga duración, esos en los que nos perdemos por al menos un mes. Pero la fórmula también funciona para recorridos más cortos.

Foto: Cataratas de Iguazú, en la frontera entre Argentina y Brasil
Hay cosas que pueden parecer insignificantes, como por ejemplo saber cuánto cuesta el metro o el autobús en el lugar al que vas, pero que son detalles que pueden limitar tu presupuesto porque en muchos países el transporte es costoso, entonces no obvies ninguna información que te toque el bolsillo como esta. Aquí vamos…

1) Elegir destino: ya sea dentro o fuera de tu país, lo principal es averiguar primero cuánto cuesta llegar y volver de ahí. Si puedes ir por tierra y el costo es más bajo que el avión, aprovecha, a veces hay rutas de autobús más costosas o casi igual de caras que volar, entonces vale la pena optar por ir en avión y ahorrar tiempo. También hay que averiguar las tasas de salida en el aeropuerto y si hay que pagar una tasa de entrada, tanto si llegas por avión o por tierra.

Ok, ya tienes el precio del pasaje a tu destino, ¿qué sigue?

2) Armar itinerario: particularmente me encanta esta parte porque me genera entusiasmo, expectativas de lo que conoceré. Ya sea si vas sólo a una ciudad o pretendes recorrer varias regiones de un país, es importante investigar qué te interesa visitar para poder calcular gastos. Hoy en día se puede armar el itinerario con información de Internet, hay sitios oficiales de los países con los destinos más destacados, mapas, etc., pero en mi caso me gusta tener además en mis manos una guía para sacarla cuando necesite consultar algo, las que más recomiendo son las de Lonely Planet, porque condensan muy bien a dónde ir, cómo llegar, alojamientos, qué comer…

Cuando voy a organizar mi viaje, compro la guía unos meses antes y comienzo a leerla y a hacer anotaciones para decidir a qué lugares quiero ir y cuánto me costaría. Luego se pueden ir descartando sitios si no alcanza el dinero o el tiempo, pero es importante hacer una ruta.

3) Elegir alojamientos: después del itinerario, esta parte es crucial, porque gran parte del presupuesto de un viaje se la lleva el alojamiento. Si tienes amigos, familiares o usarás Couchsurfing a donde vas y por lo tanto no pagarás, puedes saltarte esta parte, si no, continúa leyendo.

Todos queremos las tres B acá: Bueno, Bonito y Barato; y sí es posible, las he encontrado muchas veces. Lo que hago es buscar los hostales u hoteles que recomienda la guía en Internet tanto si tienen página como en otros sitios: hostel.com, booking.com, etc., en donde se pueden leer comentarios de la gente que se ha hospedado ahí y tarifas vigentes. Luego puedes contactar directamente el alojamiento y preguntar si tienen disponibilidad para las fechas que vas. Yo nunca he reservado por Internet, lo que he hecho es anotar los números telefónicos y direcciones de las opciones que se ajustan a mi presupuesto y una vez que he llegado al destino, llamo para preguntar si hay lugar en ese momento y el precio, y me dirijo hacia allá.

Foto: Vista desde el hostal Laranjeiras, en Salvador de Bahía, Brasil

Generalmente cuando he viajado fuera de Venezuela me he quedado en hostales, compartiendo habitación con otros viajeros, es mucho más económico y además se conoce gente.

Es importante elegir un alojamiento en una zona que te permita conectarte fácilmente con los lugares que quieres conocer, es decir, que tenga metro o parada de autobús cerca. No te alojes lejos por ser más barato porque con los traslados te saldrá igual y perderás más tiempo.

4) Alimentación: ¡comer es muy importante! Y si estamos en un sitio nuevo, obvio que queremos probar los sabores locales, por eso también es preciso averiguar previamente costos aproximados de desayunos, almuerzos y cenas. Claro que muchos alojamientos incluyen el desayuno, y si no, podemos comprar más barato en el supermercado para alguna de las tres comidas principales.

Foto: Papas a la catalana y pastel de vegetales en Barcelona

Lo que yo he aplicado para no gastar demasiado en la alimentación es hacer una buena comida al día, es decir, un día desayuno en grande, otro día priorizo el almuerzo y voy a un restaurante y en otra ocasión me compro una buena cena. Cuando se está de viaje y conociendo lugares diferentes cada día, es fácil hacerlo porque de repente a la hora del almuerzo estás visitando un museo o parque y simplemente te comes cualquier cosa, un aperitivo, y es en la noche que ya tienes más tiempo para sentarte a comer.

Una ventaja de alojarse en hostales es que muchos ofrecen la posibilidad de cocinar, entonces por ahí se puede ahorrar algo.

5) Transporte: saber más o menos en cuánto nos saldrán los traslados es importante para poder cumplir el itinerario que hemos planificado y así no sentirnos frustrados porque no nos alcanzó para ir a un sitio que anhelábamos conocer. Por eso insisto en que es importante el punto 2: Armar itinerario, para así poder saber cuánto gastaremos aproximadamente en llegar a los sitios que queremos.

Foto: Valparaíso, Chile

6) Atracciones: ya sea si queremos ir a un museo, un parque de atracciones o sitios digamos top de una ciudad o pueblo, es bueno averiguar por Internet cuánto cuesta la entrada. Por ejemplo, el Cristo Redentor en Rio de Janeiro (Brasil), la Sagrada Familia en Barcelona (España) o la Acrópolis de Atenas (Grecia), son lugares que para entrar hay que pagar y si llegamos a esas ciudades sería una lástima no poder acceder allí porque no nos alcanza la plata ¿verdad? Entonces, las atracciones también van de la mano también con el punto 2: Armar itinerario.

Foto: Acrópolis de Atenas, Grecia

7) Misceláneos: aquí debemos poner esas cosas que pueden surgir en el camino, por ejemplo ir a un sitio que no tenías planificado pero te dijeron que vale la pena, o salir a un sitio nocturno, un concierto… también comprar alguna cosa que necesitas o que te gusta para ti o tu familia, amigos, para regalárselo cuando vuelvas. Son los imprevistos pues, para los que también es bueno tener un porcentaje destinado en nuestro presupuesto y así no andar tan justos de dinero.

Foto: Artesanías en Otavalo, Ecuador

Todo bien y entonces ¿cómo aplicamos con estas 7 secciones la fórmula que nos permite andar tranquilos en nuestros viajes? Es sencillo y parecerá lógico y hasta obvio, pero les juro que cuando varias personas me han preguntado cómo calculo mis presupuestos y he viajado tanto y conocido lugares increíbles con poco dinero, se me quedan viendo y diciendo: “¡verdad, no se me había ocurrido hacer eso!”. Así que explico cómo esto me ha funcionado:

Si por ejemplo dispongo de $1000 para mi viaje, luego de comprar el pasaje hacia mi destino, supongamos que me costó $300, me quedan $700. Entonces si mi viaje dura 20 días, divido esos $700 entre 20 y me da $35, esta cantidad es lo que puedo gastar al día durante mi viaje.

A algunos les parecerá poco y a otros que como yo viajamos al estilo mochilero, mucho. A estos $35 diarios se le resta el costo del alojamiento, que si nos quedamos en un hostal pueden ser entre $8 a 15 diarios, así que nos quedarían $20-27 al día. Con esto comemos y paseamos tranquilamente si hemos planeado bien nuestro itinerario.

Además, como me ha sucedido, hay días que no se gasta casi nada y lo que no gastamos ese día nos queda para los siguientes. Hay países más económicos que otros, pero en general, esta sencilla fórmula no falla. Varias veces he regresado de mis viajes con dinero sobrante y lo más importante ¡con experiencias que no tienen precio!

¡GRACIAS POR LEER!

Fotos propias

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